La bandera roja ondeaba la tarde del pasado domingo en la playa de Son Serra de Marina. Pese a la prohibición de bañarse, dos niños de siete y diez años se encontraban en el agua y la corriente les arrastraba mar adentro. Un agente de la Policía Nacional de la Comisaría Centro de Palma, fuera de servicio, se encontraba providencialmente en la playa. Tras escuchar los gritos de auxilio, se zambulló en el mar, comenzó a nadar y consiguió sacar a los dos menores hasta la orilla.

Los hechos ocurrieron la tarde del domingo a una hora en la que los socorristas habían acabado su jornada. No obstante, habían dejado ondeando la bandera roja que indicaba la prohibición de bañarse debido a la fuerte corriente y el oleaje provocado por las intensas rachas de viento.

Las condiciones del mar eran en esos momentos muy peligrosas. A pesar de estas circunstancias, dos niños extranjeros hicieron caso omiso a la indicación que señalaba la prohibición de bañarse y se metieron en el mar.

Al cabo de un rato, los dos niños de siete y diez años comenzaron a ser arrastrados por la corriente y comprobaron que no podían salir del agua por sus propios medios. Acto seguido, los menores gritaron con todas sus fuerzas en inglés pidiendo auxilio.

El estado del mar, completamente embravecido, convertía en una temeridad adentrarse en el agua. Los dos menores se encontraban en la peor zona posible de baño de la playa de Son Serra de Marina. La corriente de la resaca era muy fuerte debido a la bajamar y tiraba de ellos mar adentro. En un momento de completa desesperación, los niños agitaron los brazos para tratar de captar la atención de todos los presentes en la arena.

Por fortuna, dos agentes de la Policía Nacional, ambos libres de servicio, se encontraban en la playa de Son Serra de Marina. Uno de los funcionarios, procedente de Madrid, se metió en el mar en primer lugar. Las olas eran tan considerables y la corriente tan intensa que no confió en sus facultades para poder rescatar a los dos niños. Después de una primera tentativa, se vio obligado a desistir.

Sin vacilación

A continuación, un joven funcionario del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría Centro de Palma le tomó el relevo y se lanzó al mar sin vacilación hacia el lugar donde se encontraban los dos menores.

El agente nadó en primera instancia hacia el lugar donde se encontraba la menor en una situación más peliaguda. La niña de diez años comenzaba a hundirse en el mar, al flaquearle las fuerzas después de un largo rato peleando para tratar de evitar que la corriente le arrastrara.

El policía nadó hasta llegar a su altura y agarró con fuerza a la menor. Acto seguido, el agente consiguió evitar la corriente y logró llevar a la niña de diez años hasta la orilla de la playa sana y salva.

Además, el funcionario se vio obligado a actuar a toda prisa, ya que no podía sacar a los dos niños a la vez. Después de rescatar a la menor que se encontraba en la situación más peligrosa, el policía nadó hasta alcanzar al más pequeño de siete años y que también amenazaba con hundirse. Los esfuerzos dieron finalmente su fruto y el agente consiguió salvar a ambos del mar embravecido.