Los Bombers de Palma apuntalaron ayer un edificio de dos alturas situado en la Calle Reyes Católicos por el mal estado de las vigas de madera de la planta baja, que padecen una plaga de termitas. Los equipos de emergencias y los arquitectos municipales tuvieron que pedir amparo al juzgado de guardia, ya que el propietario de la vivienda afectada no quiso dejarles entrar en un primer momento alegando que iban a causarle desperfectos en el inmueble, que está en venta.