Pleitos tengas y los ganes, dice la maldición. Y la evidencia diaria de las personas implicadas en juicios, por lo general muy a su pesar, parece confirmarlo. En enero de 2013 la Audiencia Provincial condenó a un asesor fiscal de Palma por estafar 226.000 euros a 34 de sus clientes. Este pájaro se dedicó durante años a quedarse el dinero que los contribuyentes que confiaban en él le entregaban para saldar sus obligaciones tributarias. Pero él lo destinaba a asuntos más divertidos. Los afectados descubrieron finalmente que, no solo habían perdido grandes cantidades de dinero que le habían entregado, sino que Hacienda les reclamaba ahora los pagos que no había consignado, acompañados de intereses y multas.
Viene esto a cuento porque esta treintena larga de perjudicados ha recibido recientemente, más de dos años después de la sentencia, la notificación de que podían cobrar su parte de lo que el asesor de marras ha entregado como reparación del daño. Parece ser que se ha hecho un reparto proporcional en función de lo que habría defraudado a cada uno. Y para muestra, un botón. Una empresaria que sufrió un perjuicio de unos 12.000 euros, ha recibido la cantidad de 179,49. Sí, lo que hay en medio es una coma. Ciento setenta y nueve euros con cuarenta y nueve céntimos. O lo que es lo mismo, el 1,5% del total sustraído. No es para sentirse muy satisfecho con la justicia.
Ebrio en un Maserati
El pasado fin de semana, de madrugada, una patrulla de la Guardia Civil paró un lujoso Maserati descapotable. Su conductor hizo caso omiso a las indicaciones de los agentes y aceleró dándose a la fuga por la Vía Cintura de Palma. No tuvo mucho éxito en su huida, ya que una hora más tarde volvió a pasar por el mismo lugar, pero en sentido contrario, cuando iba de regreso. El flamante vehículo descapotable le delató. En esta ocasión, los agentes sí lograron interceptarle. Cuando sometieron al conductor a la prueba de alcoholemia, esta arrojó resultado positivo. A principios de esta semana, el sospechoso compareció en el juzgado de guardia, donde confesó los hechos y admitió que el Maserati era alquilado. En un procedimiento de juicio rápido, el hombre fue condenado a una multa, así como a la retirada del carné, por un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
Roban un velomar
El pasado fin de semana un socorrista de una playa del término de Cavià alertaba a la Policía Local de que un grupo de jóvenes acababa de robar un velomar. Los muchachos se habían echo a la mar sin avisar el encargado. Como no se trataba de un potente yate, el grupo en seguida fue localizado y la embarcación a pedales fue devuelta a la arena en perfecto estado.
Fuego de rastrojos al alba
A principios de esta semana, la Policía Local de Palma acudió en apoyo de los bomberos durante las labores de extinción de un fuego de rastrojos a las afueras de la ciudad. Empezaba a amanecer cuando se declaró el incendio. En cuestión de minutos, los especialistas dieron por controlada la situación.
Una violación más en s'Arenal
La Policía Nacional está investigando la autoría de una violación que sufrió una joven holandesa de madrugada esta semana en s'Arenal. La víctima fue trasladada a un hospital de Palma, donde los médicos la sometieron a una exploración ginecológica. La agresión sexual, ocurrida el pasado miércoles de madrugada, obligó a activar el protocolo para estos casos. Un forense también se movilizó para visitar a la perjudicada. Durante el verano se disparan las denuncias por violaciones en las principales zonas turísticas de la isla como Magaluf y la Playa de Palma.
Un paso de cebra peligroso
Sobre las ocho y media de la tarde del pasado martes, una niña de ocho años fue atropellada por un coche en un paso de cebra de Portocolom, en Felanitx. Por fortuna la menor no sufrió lesiones de consideración y fue trasladada al hospital de Manacor. No obstante, muchos vecinos de la zona no dudan en calificar este paso de peatones de "punto negro". Los residentes de Portocolom aseguran que en ese lugar se han sucedido numerosos accidentes de tráfico al enfilar los coches esa calle a gran velocidad y arrollar con frecuencia a los transeúntes.
