Una densa columna de humo se divisaba ayer a primera hora de la tarde desde cualquier punto de la bahía de Palma. Una lancha en llamas cargada de combustible que estaba amarrada en el puerto fue remolcada a aguas abiertas ante la imposibilidad de controlar el incendio. Tras más de dos horas intentando apagar el fuego, la embarcación se acabó hundiendo en mitad de la bahía.

El incendio comenzó hacia las tres de la tarde en las instalaciones del Club de Mar, en Palma. Los trabajadores del puerto deportivo se percataron de que la embarcación Allot III, una lancha de unos diez metros de eslora, había comenzado a arder. Avisaron de inmediato a los servicios de emergencias. Una dotación de los Bombers de Palma se trasladó al embarcadero, pero les fue imposible abrir la escotilla para entrar a la bodega del barco y atajar las llamas.

Para evitar que el incendio se propagara a otras embarcaciones, los operarios del Club de Mar arrastraron la lancha -hecha con fibra de vidrio- a aguas abiertas mediante una remolcadora. La barca había repostado poco antes y tenía el depósito lleno con unos 800 litros de combustible.

La embarcación Salvamar Acrux de Salvamento Marítimo se movilizó para intentar sofocar el fuego en mitad de la bahía. También acudió una patrullera de la Guardia Civil del Mar y un barco de vigilancia de la Autoritat Portuària de Balears.

Las dotaciones de emergencias decidieron transportar la lancha en llamas a una zona de la bahía con una profundidad inferior a los 50 metros para que les resultara más fácil reflotar la embarcación en caso de hundimiento y que un submarinista pueda descender con garantías.

Salvamento Marítimo y la Guardia Civil trabajaron durante dos horas y media, pero debido a la gran carga de combustible resultó imposible apagar el incendio. Hacia las 17.30 horas, la embarcación se hundió a 1,6 millas al sureste del dique del Oest.