La mujer de 34 años que fue rociada con gasolina por su pareja y prendida fuego en Alcúdia continúa ingresada en estado crítico en la unidad de quemados del hospital barcelonés de Vall d'Hebron.

La víctima presenta el 80% de su superficie corporal quemada y aún no ha experimentado ninguna mejoría desde que llegó al centro sanitario.

Sobre las seis y media de la tarde del pasado 29 de junio, la mujer fue trasladada en avión ambulancia del Ib-salut desde el hospital Son Espases hasta Vall d'Hebron, donde permanece ingresada desde entonces.

A lo largo de toda la jornada, el personal sanitario del hospital de referencia de Balears trató de estabilizar las constantes vitales de la víctima. La extensión de las quemaduras, que afectaban al 80% del cuerpo de la mujer, complicó la labor de los facultativos para ordenar su traslado sin poner su vida en peligro.

La salvaje agresión machista tuvo lugar a primera hora de la mañana del pasado 29 de junio en una casa rural situada en el Camí de l'Hort dels Moros, entre Alcúdia y Mal Pas. Entre la pareja compuesta por él, de 37 años, y ella, de 34, se inició una acalorada discusión. Al parecer, ella le acababa de anunciar a él su deseo de poner fin a la relación. No obstante, la mujer le permitió seguir residiendo en la casa rural, ya que también era el padre de su hijo de dos años.

De repente, el hombre se comportó de manera extremadamente agresiva. Cogió gasolina y roció la habitación donde esta ella con el pequeño.

La mujer tuvo el tiempo justo para sofocar las llamas echando una manta sobre el fuego, tras saltar por la ventana con su hijo entre los brazos. A continuación, la víctima pidió auxilio a los vecinos para que le ayudaran a apagar el fuego.

El agresor instó al vecindario a que "le mataran", mientras deambulaba de un sitio a otro con una lata de cerveza entre las manos. La madre, mientras tanto, aguantó el terrible dolor producido por las quemaduras y condujo el coche hasta casa de sus padres.

"¡Solo quise asustarla!"

Agentes de la Policía Local de Alcúdia se personaron rápidamente en el lugar. El sujeto se tiró a las ruedas en un ademán de suicidio. Finalmente, efectivos de la Guardia Civil le detuvieron y le trasladaron hasta los calabozos del cuartel de Pollença. Los agentes del Instituto Armado evitaron que lograra su objetivo.

Al ser puesto a disposición judicial en los Juzgados de Inca días después, el presunto autor de la agresión no tuvo reparos en reconocer ser el autor del brutal ataque a su pareja. "¡Solo quise asustarla, se me fue de las manos!", espetó. La juez decretó prisión provisional sin fianza para él por dos delitos de asesinato en grado de tentativa y uno de incendio.