Varios familiares que declararon ayer en la segunda sesión del juicio en la Audiencia de Palma contra una pareja de hombres acusada de violar a sus sobrinos de cuatro y seis años en 2008 coincidieron en que los sospechosos nunca se quedaban a solas con los niños. Los allegados a los dos procesados, de 39 y 32 años, explicaron que estos nunca acompañaban a los menores al baño ni tampoco los llevaban a ningún sitio. La madre de uno de los imputados, su tía y una prima secundaron la versión que el día anterior ofrecieron los acusados, quienes negaron de forma tajante haberse quedado con sus sobrinos a solas y apuntaron que solo una vez estuvieron las víctimas en su casa, junto con otros adultos.

La fiscalía reclama para cada uno de los procesados 18 años de prisión por dos delitos continuados de abusos sexuales con acceso carnal por presuntamente haber sometido a los dos niños a tocamientos íntimos.

La abuela paterna de las víctimas alegó ayer que ella no se creyó las acusaciones. "Si estos hechos hubieran sido ciertos, yo hubiera puesto una denuncia. Llevo ocho años con esto y me voy a volver loca. Eso es la guarrería más grande del mundo entero", manifestó la testigo. Por su parte, una especialista en psicomotricidad que trató a uno de los niños dos meses recordó que era muy tímido. Según su versión, poco a poco él se abrió y habló, pero no pudo concluir que sufrió abusos.