Una magistrada de un juzgado de lo penal de Palma declaró ayer por la mañana prescrita una paliza a un hombre ocurrida el 17 de enero de 2009 de madrugada, durante las fiestas de Sant Antoni, en sa Pobla. La juez estimó las cuestiones previas planteadas por los letrados defensores Antoni Albertí, Miquel Àngel Ordinas y Elisa Pou, quienes argumentaron que los hechos estaban ya prescritos.

La magistrada les dio la razón, por lo que no fue necesario celebrar el juicio contra cinco imputados, de los que cuatro comparecieron ante la sala. La juez, una vez analizó el caso, concluyó que hubo una falta de control judicial durante la instrucción. Según argumentó en el plenario, los hechos se remontan al 17 de enero de 2009 y el auto de incoación de diligencias previas y de inhibición tras tomar declaración a tres detenidos, de fecha 23 de enero de ese año, "carece de toda motivación". La magistrada también destacó que un auto posterior, del 3 de junio, de otro juzgado que incoó diligencias es "un auto estereotipado que carece de motivación". Incluso apuntó que ni se señala el nombre de las personas investigadas ni los hechos que se les imputan. Así, hasta pasados tres años, no hay ninguna resolución motivada que impute a los sospechosos, concretamente hasta que se les tomó declaración el 19 de abril de 2012. Por tanto, se superó el plazo de prescripción.

La fiscalía solicitaba para los cinco acusados sendas penas de dos años de cárcel por un delito de lesiones por pegar una paliza a otro hombre en la calle Gran en sa Pobla, al que propinaron puñetazos y patadas incluso en el suelo y le rompieron cuatro dientes. La acusación particular pedía cuatro años por lesiones y amenazas.