La mujer que fue presuntamente rociada con gasolina por su pareja y posteriormente prendida fuego permanecía ayer ingresada en estado muy grave en la unidad de quemados del hospital Vall d'Hebron. La víctima llegó al centro sanitario barcelonés sobre las diez de la noche del miércoles después de denodados esfuerzos de los facultativos de Son Espases para estabilizar sus constantes vitales.

Sobre las siete de la mañana del miércoles, la pareja de la víctima, de 37 años, arrojó gasolina sobre el cuerpo de la mujer, de 34 años, en la casa rural en la que residían situada en el Camí de l'Hort dels Moros de Alcúdia. Ella sofocó las llamas con una manta, que le habían afectado al 80% de la superficie corporal, y saltó por la ventana con su hijo de dos años en los brazos.

Con el rostro ennegrecido por las quemaduras, la mujer pidió ayuda a una vecina. Acto seguido, condujo el coche, con su hijo dentro, hacia casa de sus padre. La víctima fue trasladada en una UVI móvil del Ib-salut hasta el hospital Son Espases.

El presunto agresor, por su parte, pidió que acabaran con su vida mientras sostenía una lata de cerveza en una mano. "¡Matadme, matadme!", gritó. Al ver llegar a un coche de la Policía Local de Alcúdia, se tiró al suelo. Al parecer, también protagonizó otra tentativa de suicidio una vez que estaba detenido en los calabozos de la Guardia Civil de Pollença. Varios agentes impidieron que consumara la autolisis.

Inspección ocular

Durante buena parte de la jornada investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil realizaron una minuciosa inspección ocular en el inmueble de las afueras de Alcúdia e interrogaron a los vecinos que presenciaron el intento de asesinato.

Mientras, los expertos del Laboratorio Criminalístico del Instituto Armado analizaron la sustancia acelerante utilizada en el incendio, al parecer gasolina.

Por otra parte, sobre las doce del mediodía, centenares de vecinos se concentraron ante el Ayuntamiento de Alcúdia, en el número nueve de la calle Major, en una protesta silenciosa para condenar la brutal agresión machista que sufrió una vecina de la localidad.

Residentes en el municipio, junto a los concejales, arroparon a los familiares de la víctima tras una pancarta en la que se podía leer "Condenamos la violencia de género". Además, se daba la circunstancia de que el padre de la mujer que sufrió la salvaje agresión trabaja en el Ayuntamiento de Alcúdia.

Desde el primer momento, el Institut Balear de la Dona también había dado muestras de apoyo a los familiares de la víctima. El Govern, por su parte, anunció su intención de personarse en el proceso como acusación particular en el proceso.

El detenido permanecía ayer en los calabozos de la Guardia Civil de Pollença mientras los investigadores de la Policía Judicial ultimaban las pesquisas. Hoy está previsto que sea puesto a disposición judicial en el juzgado de guardia de Inca.