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Investigación

Un testigo revela favores de la Policía Local y un inspector de Trabajo con la mafia laboral

Un antiguo trabajador declara ante el juez que vio al cabecilla de la trama, Joan S.G., entregar un sobre al inspector en la terraza de un restaurante

Dos agentes de la Policía clausuran de forma preventiva uno de los restaurantes del entramado en Palma el pasado diciembre.

­Un testigo ha revelado un supuesto trato de favor de varios agentes de la Policía Local de Palma y un inspector de Trabajo con la mafia laboral, la trama de empresarios de la restauración desarticulada a mediados del pasado mes de diciembre que presuntamente se dedicaba a explotar laboralmente a trabajadores, quienes veían vulnerados sus derechos y no cotizaban a la Seguridad Social las horas que realmente trabajaban y en cuyos locales supuestamente se llevaba una doble contabilidad para defraudar a Hacienda y se servía comida en estado insalubre. El testigo clave, un antiguo empleado, desveló hace varias semanas ante el magistrado Juan Manuel Sobrino, que instruye la causa, que vio a su jefe, el considerado cabecilla de la red, Joan S.G., cómo entregaba un sobre al inspector de Trabajo cuando ambos se hallaban sentados en la terraza de uno de sus establecimientos, en la plaza Major de Palma. Según su versión, no sabe si ese sobre contenía dinero.

El trabajador detalló que podría reconocer al hombre e incluso facilitó su descripción física, un varón de más de 60 años y de cabello canoso. Durante su declaración, explicó que el inspector laboral decía a Joan S.G.: "Todo correcto".

El testimonio del antiguo camarero aportó numerosos detalles. El empleado recordó que en una ocasión interpuso una denuncia a Inspección de Trabajo de forma anónima por explotación laboral. Con posterioridad, sus superiores se enteraron de que era él el denunciante, pese a que en teoría su anonimato estaba garantizado, según manifestó. El hombre aseguró que incluso recibió amenazas con un cuchillo por parte del entorno del líder de la trama para que no hablara.

Por otro lado, el testigo también se refirió a la supuesta connivencia que existía entre la mafia laboral y determinados policías locales de Palma. El hombre apuntó que estos agentes acudían al bar con frecuencia y que tenían órdenes del propio Joan S.G. de invitarles. Según su versión, los policías se personaban por las mañanas en los locales del entramado en la plaza Major o en la avenida Antoni Maura y los empleados no les cobraban los cafés que consumían. El testigo incluso recalcó que podría identificar a estos agentes asiduos a los establecimientos del centro de la ciudad, pese a los años transcurridos. Añadió que si le enseñan fotografías, podría reconocerles.

Por su parte, otro empleado, un encargado de uno de los locales, que también declaró como testigo ante el juez, matizó la versión del camarero. Este trabajador indicó que no siempre se invitaba a los policías locales de Palma y relató que estos pasaban esporádicamente por los restaurantes de la red. Según apuntó, se les invitaba a cafés de forma puntual. El encargado también negó que recibieran chivatazos por parte de Trabajo o de la Policía Local cuando se iban a realizar inspecciones en los negocios.

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