Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Tribunales

Condenada una pareja por agredir a sus vecinos de 64 y 78 años

Los acusados aceptan cuatro años de cárcel por dar puñetazos, bofetones y empujones a las víctimas

Una pareja aceptó ayer penas que suman cuatro años de cárcel por agredir varias veces a sus vecinos de rellano, de 64 y 78 años, en un bloque de pisos de Palma. Los acusados reconocieron que propinaron puñetazos, bofetones y empujones a las víctimas, que padecen secuelas físicas y psicológicas, y una de ellas llegó a ser hospitalizada tras una de las agresiones. Los procesados deberán indemnizar a sus vecinos con 5.720 euros y tendrán prohibido aproximarse a menos de cinco metros de ellos en el interior del edificio y de 100 cuando estén en la calle.

El juicio, celebrado ayer en un juzgado de lo penal en Vía Alemania, fue accidentado. Antes de comenzar, cuando las partes esperaban en el pasillo, se produjo un enfrentamiento verbal. Los gritos resonaron en buena parte del edificio judicial y una decena de agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y vigilantes de seguridad tuvieron que acudir a la sala, en la tercera planta, para calmar los ánimos y separar a las partes.

Pero no acabaron ahí los problemas. La fiscalía, el abogado defensor y la acusación particular habían cerrado un acuerdo de conformidad por el que la pareja reconocía los hechos a cambio de una rebaja en la petición de condena, de cuatro a dos años de prisión para cada uno. La magistrada estaba ya dictando la sentencia de viva voz cuando la acusada sufrió un ataque de ansiedad y se desplomó en la sala. Los funcionarios pidieron la presencia de un médico forense para reconocerla y la vista quedó suspendida. Finalmente, y tras cambiar de sala porque la mujer había vomitado, el juicio terminó como estaba previsto.

De esta manera, los dos acusados, un hombre de 40 años y una mujer de 33, reconocieron haber agredido tres veces sin motivo alguno a sus vecinos en el edificio donde conviven, en el número 30 de la calle Benet Pons i Fàbregues. El 12 de noviembre de 2013, cuando las víctimas volvían a casa, fueron atacadas en el rellano. El procesado, B.M.F., golpeó al hombre en la cara, causándole una contusión, y su pareja, S.S.A. propinó un bofetón en la cara a la mujer, que sufrió un traumatismo en el cuello.

Un mes y medio después, el 29 de diciembre, tuvo lugar otro episodio violento en el portal de la finca. B.M.F. dio un puñetazo en el ojo derecho a su vecino y S.S.A. empujó a la otra víctima, haciéndole perder el equilibrio y golpearse contra una barandilla, cuando acudía en auxilio de su marido. El hombre sufrió contusiones en la cara y la rodilla y episodios de ansiedad, por lo que tuvo que ser hospitalizado y sometido a una artroscopia de rodilla y rehabilitación, de las que tardó tres meses en recuperarse. Precisó medicación ansiolítica y depresiva y le quedaron varias cicatrices como secuela. Su mujer padeció contusión lumbar y tendinitis en el hombro derecho y también fue intervenida quirúrgicamente. Desde entonces, la septuagenaria sufre dolores en la columna y el hombro.

La última agresión ocurrió el 15 de abril de 2014, también en el portal. B.M.F. abordó a su vecino y le dio varios puñetazos en la cara, causándole hematomas en los ojos y los pómulos y dolor en la mandíbula.

Los dos procesados se declararon autores de dos delitos de lesiones cada uno, por los que aceptaron sendas penas de dos años de prisión. Además, por tres faltas de lesiones se comprometieron a abonar 3.310 euros al hombre y 2.410 euros por las heridas y las secuelas que les causaron. Durante cinco años, no podrán acercarse a sus vecinos ni dentro ni fuera de la finca en la que viven.

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