Un guardia civil que investigó el crimen de Campos ha manifestado hoy en la segunda sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Palma que el acusado, Marcos F.P., de 54 años, les dijo que tras cometer los hechos "se tomó una copa de hierbas". Los agentes se encontraron al supuesto asesino tumbado en el sofá de su casa, a apenas cinco metros del cadáver de la víctima. "Reconocía los hechos, decía 'he sido yo, he sido yo'". Desde un principio asumió su culpabilidad. Otros agentes destacaron que el acusado se hallaba en estado de shock. "Balbuceaba, no hablaba claramente", apuntó uno de los primeros guardias que entró en el domicilio de Campos. Luego, el sospechoso les explicó que el joven fallecido, de 22 años, le exigía dinero y le chantajeaba.

La Guardia Civil registró posteriormente la vivienda de la víctima y allí descubrió un vídeo de carácter sexual en el que el imputado aseguraba que todos los hechos los hacía voluntariamente, que no era coaccionado y que quería al perjudicado y estaba enamorado de él. Los investigadores también hallaron la maleta con los efectos de fotografía que la víctima supuestamente había hecho creer al acusado que se los habían robado por su culpa y que por ello le solicitaba dinero continuamente.

Marcos F.P. hoy se ha sentado al lado de su abogado. Se ha mostrado cabizbajo, sudoroso y en ocasiones se ha secado las lágrimas con un pañuelo. El fiscal y el abogado de la acusación particular piden para él una condena de 25 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento. El crimen se produjo el 2 de mayo de 2014 en el domicilio del sospechoso, en Campos, donde la víctima recibió diez puñaladas, nueve de ellas en la espalda.

Cuando los agentes entraron en el piso, encontraron el cadáver del joven tumbado boca abajo con un cuchillo de carnicero de grandes dimensiones clavado en la espalda. "El fallecido yacía en un charco de sangre", indicó un guardia civil. Los investigadores también detectaron restos de sangre en el rellano de la vivienda como de haber sido limpiada con una fregona. Además, observaron indicios de lucha o pelea en el interior del inmueble.