El machismo se cobró ayer otra víctima en Mallorca. Lucía Patrascu, una mujer rumana de 47 años, murió al ser acuchillada por su exmarido, Ioan Ciotau, de 58, en su piso del Port de Pollença. El hombre le asestó al menos cuatro puñaladas en el pecho y la espalda en el balcón del domicilio. Al parecer, él había ido a buscar sus pertenencias a la vivienda, de la que ella le echó hace unos días. La brutal agresión fue presenciada por un hijo de la pareja que dormía en una de las habitaciones y varios vecinos. El asesino dejó a la víctima malherida en la terraza y, cubierto de sangre, bajó a la calle para entregarse a la primera patrulla que llegó, de la Policía Local. La Guardia Civil ha asumido la investigación del crimen, el tercero de violencia machista registrado en lo que va de año en Mallorca, y trata de aclarar ahora si, como parece, se produjo una discusión previa.

Hacia las once menos cuarto de la mañana la mujer salió al balcón de su vivienda, en el segundo piso del número 86 de la calle Verge del Carme, en la segunda línea del Port de Pollença. La víctima pidió auxilio a gritos y los vecinos que en ese momento pasaban por allí vieron cómo tras ella salía el hombre, armado con un cuchillo. Según los testigos, la tiró al suelo a golpes y luego le asestó cuatro puñaladas, la primera en la espalda y el resto en el pecho.

Esperó a la Policía

Varios vecinos presenciaron la escena horrorizados, alertaron a los servicios de emergencias y subieron a la vivienda para atender a la mujer. El hombre, mientras tanto, se sentó frente al portal del edificio y fue detenido sin oponer ninguna resistencia por la Policía Local de Pollença, que lo entregó después a la Guardia Civil. Los testigos y los servicios sanitarios del Ib-Salut intentaron reanimar a la víctima durante más de una hora, pero solo pudieron confirmar su muerte. Los hechos fueron comunicados al juzgado de guardia de Inca.

La Policía Judicial y especialistas del Laboratorio de Criminalística del instituto armado llevaron a cabo una inspección ocular de la escena del crimen en presencia de la magistrada y una médico forense, que realizó un primer examen del cadáver, junto al que se encontró el cuchillo. Los agentes recabaron pruebas durante horas y a las tres y media de la tarde los empleados de la empresa funeraria trasladaron el cuerpo al Instituto de Medicina Legal, donde se practicará la autopsia.

La Guardia Civil constató que Lucia Patrascu no había denunciado por malos tratos a su exmarido y, por tanto, no había ninguna orden de protección en vigor. Fuentes policiales apuntaron que el hombre sí tenía algún antecedente por agresiones a su pareja en Rumanía, su país de origen. Según la investigación, ambos se instalaron en Mallorca hace ahora diez años. Tenían dos hijos en común y vivieron primero en Pollença y después se mudaron al Port. En febrero alquilaron el piso de la calle Verge del Carme.

Convivieron ahí hasta hace pocos días, cuando la mujer, que trabajaba como cuidadora de ancianos y limpiadora, lo echó de casa. La hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil apunta a que el hombre fue ayer por la mañana a recoger las pertenencias que todavía tenía en ese domicilio. De hecho, junto al cadáver había varias maletas. Los agentes encargados del caso, basándose en el relato de los vecinos, sospechan que se produjo una fuerte discusión durante ese encuentro y la mujer salió a la terraza para pedir auxilio. Sin embargo, la Guardia Civil estaba a la espera de tomar declaración al agresor, a su hijo y a varios testigos para confirmar si hubo una pelea previa o el hombre apuñaló a la víctima de forma sorpresiva.

El sospechoso permanecía ayer por la tarde en dependencias de la Guardia Civil a la espera de ser interrogado por los investigadores.