"Ha sido como una película de terror". Los vecinos de la calle Verge del Carme recordaban consternados la brutal escena que acababan de presenciar. Cómo ella salió al balcón a pedir ayuda, cómo el hombre la acuchilló a la vista de todo el que pasaba por allí, cómo bajó a la calle ensangrentado, cómo se sentó impasible frente al edificio mientras tres vecinos intentaban reanimar a su exmujer... "Soy el criminal, la he matado porque era una hija de puta. Que me detengan", espetó el asesino a una mujer que se le encaró.

"Hemos oído gritar y al mirar al balcón hemos visto cómo el hombre estaba pegándole una paliza a la mujer. Ella se ha quedado sentada y entonces la ha clavado el cuchillo en la espalda", contó Joana, vecina de la zona. Esta testigo llamó enseguida al 112 para alertar de lo que estaba ocurriendo. En ese momento, el autor del crimen salió del edificio. "Iba lleno de sangre y decía 'Yo soy el asesino, la he matado. Que me detengan'. Cuando le he preguntado por qué lo había hecho me ha contestado: 'Porque era una hija de puta'", recordó la mujer. "Entonces se ha sentado delante del edificio y cuando ha llegado la Policía Local les ha enseñado las muñecas para que le pusieran las esposas", contó la testigo.

Montse, una comadrona residente en un edificio cercano, recordaba haber oído unos gritos muy fuertes: "Primero eran de pelea, luego más desesperados". Tras ver cómo el hombre acuchillaba a la mujer, corrió para intentar salvarle la vida. "Tenía miedo porque él aún estaba en la casa, pero cuando ha salido he subido corriendo", aseguró. En la vivienda se reunieron esta comadrona, un joven que trabaja en un taller de bicicletas cercano y un médico del PAC. "Ella estaba en el balcón, inconsciente, y la hemos entrado. Tenía cuatro puñaladas, pequeñas pero profundas, y sangraba mucho por la espalda. La hemos intentado reanimar antes de que llegara la ambulancia, pero no hemos podido hacer nada por ella", lamentó.

Lía, vecina de la finca donde ocurrieron los hechos, escuchó cómo la víctima gritaba: "¡Ayuda, me matan!". La mujer, muy afectada, recordó que la pareja se instaló en ese inmueble en febrero y aseguró que "nunca" había escuchado discusiones entre la pareja.

El alcalde de Pollença, Miquel Àngel March, acudió al lugar para interesarse por lo ocurrido. El consistorio mostró su "rechazo" a este nuevo caso de violencia machista y por la tarde se guardó un minuto de silencio antes del Ball de les Àguiles. March anunció una concentración para esta tarde como muestra de repulsa por el crimen. También el Govern y la delegación del Gobierno condenaron el homicidio y anunciaron sendos minutos de silencio.