Un incendio aparentemente intencionado convirtió ayer en chatarra tres vehículos estacionados en el Port de Sóller. Las llamas fueron descubiertas poco antes de las cinco de la madrugada en un aparcamiento al aire libre y se extendieron con mucha rapidez. Los bomberos trabajaron durante más de una hora para extinguir el fuego, pero no pudieron evitar que los automóviles -dos coches y una furgoneta- quedaran destruidos. Los primeros indicios recabados por la Guardia Civil apuntan a que alguien pegó fuego a los vehículos, aunque los investigadores están a la espera de analizar las muestras recogidas para determinar si se utilizaron acelerantes.

El suceso ocurrió en un solar habilitado como aparcamiento público situado en el camino del Camp de sa Mar, en la segunda línea del Port de Sóller. Las llamas y la densa humareda alertaron a varios vecinos, que a las cinco menos cuarto de la madrugada dieron la voz de alarma. Una dotación de los Bombers de Mallorca, procedente del parque de Sóller, y patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil acudieron al lugar.

Para entonces, tres vehículos estacionados junto al fondo de la parcela estaban ya envueltos en llamas. Los bomberos centraron sus esfuerzos en evitar que el incendio se extendiera al resto de automóviles aparcados en el solar y a las fincas colindantes. Lograron controlar el fuego tras media hora de trabajo y al filo de las seis de la madrugada dieron el incendio por sofocado.

Según explicaron fuentes policiales, todos los indicios apuntan a que fue provocado de forma intencionada. La Policía Judicial de la Guardia Civil abrió una investigación y especialistas del Laboratorio de Criminalística llevaron a cabo una inspección para tratar de recabar pruebas sobre el origen de las llamas y el mecanismo utilizado para propagarlas. Las muestras recogidas serán analizadas en busca de restos de sustancias acelerantes.

Los agentes iniciaron también las gestiones para comunicar lo ocurrido a los propietarios de los vehículos quemados. Uno de ellos es propiedad de una joven vecina de Felanitx, otro estaba aparentemente abandonado y el tercero no había sido reclamado por nadie ayer por la tarde. Será preciso localizar el número de bastidor entre los restos calcinados para dar con su dueño. Las mismas fuentes apuntaron que los indicios apuntan a un acto vandálico y no a una venganza personal contra alguno de los propietarios.