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Heroicidad

"La niña convulsionó y salté a la pista sin dudar"

Un bombero de Palma fuera de servicio auxilia a una menor que quedó inconsciente en un partido de básquet

Bel, la menor afectada, con sus compañeras de equipo, el domingo en la clínica donde ingresó. @bahiasanagustin

Un bombero de Palma resultó decisivo en la final del campeonato de baloncesto infantil femenino de Balears, disputada anteayer en Inca. Pep Prats no anotó ninguna canasta, pero su intervención resultó clave para salvar a Bel, una jugadora de 13 años que quedó inconsciente, convulsionando y sangrando por la boca tras recibir un golpe en la cabeza. "Estaba de público porque mi hija jugaba el partido, y cuando vi lo que pasaba salté a la pista sin pensarlo. Fue instintivo", recordó ayer. Prats echó mano de sus grandes conocimientos de primeros auxilios, fruto de una larga trayectoria como policía local y bombero, para atender a la menor junto a uno de los entrenadores y dos sanitarios. "Evitamos que se asfixiara y conseguimos que recuperase las constantes antes de que llegara la ambulancia. Fue un éxito", aseguró. Los médicos así lo han confirmado, ya que la joven jugadora no padeció ninguna secuela y los médicos tenían previsto darle el alta ayer mismo.

Ocurrió durante el partido que enfrentaba al Bahía San Agustín y el Sant Josep el domingo a mediodía en el pabellón municipal de Inca. Era la final del campeonato de Balears y dos jugadoras chocaron sus cabezas en una disputa por el balón. "Una de las niñas cayó fulminada al suelo y no respondía. Yo estaba muy cerca, entre el público, y salté a la pista sin pensarlo, fue un acto instintivo. No recuerdo el momento exacto", contó ayer el bombero Pep Prats a este diario. "Estaba inconsciente, tenía la cara llena de sangre, convulsionaba y sangraba por la boca. La situación parecía muy grave, tenía mala pinta", aseguró Prats.

Tanto el bombero como el entrenador del Sant Josep, Luis Páez, corrieron a socorrer a la niña, jugadora del Bahía san Agustín. "Lo primero que hicimos fue desbloquearle las vías respiratorias, porque había peligro de que se asfixiara con su propia lengua. En el pabellón había también dos sanitarios, que llevaban un maletín con material y llegaron después", explicó Prats.

Pep Prats, el bombero que auxilió a la niña, ayer en el parque de sa Teulera, en Palma. B. RAMON

Entre todos colocaron a la menor, llamada Bel, en posición lateral de seguridad para minimizar el riesgo de ahogamiento. "La niña empezó a escupir sangre y poco a poco conseguimos que fuera recuperando las constantes vitales. Íbamos hablándole para ver si recobraba la consciencia, mientras pedían una ambulancia medicalizada para llevarla a un hospital", recordó el bombero. Inmovilizaron a la pequeña con un collarín y la colocaron sobre una camilla para agilizar el traslado.

Fuera de peligro

La niña ingresó finalmente en una clínica de Palma, donde los médicos la sometieron a varias pruebas y comprobaron que la actuación de Prats y el resto de testigos había sido determinante para evitar males mayores. La menor afectada está fuera de peligro y en principio solo debía permanecer 24 horas en observación.

El partido prosiguió tras el susto. Las compañeras de Bel acabaron cayendo en la prórroga y no pudieron dedicarle el título. Pero el resultado ya era lo de menos. En cuanto concluyó el encuentro, todas fueron a visitarla para darle ánimos y comprobar que estaba bien. Prats estuvo también en la clínica para interesarse por ella. "Está consciente, pero no recuerda qué pasó después del golpe, solo que estaba ya en la ambulancia", explicó el bombero.

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