La Audiencia de Palma juzgará a partir del lunes a un hombre de 60 años acusado de doble tentativa de homicidio, atentado a la autoridad y amenazas por disparar en enero de 2015 en Sa Pobla contra el vehículo de dos guardias civiles, de los que uno resultó herido leve. La fiscalía pide penas que suman 17 años y 6 meses de prisión para el sospechoso.

Los hechos que se juzgarán ocurrieron el 2 de enero del año pasado por la noche, cuando dos agentes acudieron a un domicilio de sa Pobla por una presunta agresión a una mujer. Cuando uno de los guardias se bajó del coche y accedió al portal del edificio, el acusado salió apuntando con una escopeta marca FN de calibre 12 con la que disparó contra su vehículo, al grito de: "Venid si tenéis cojones, os voy a matar".

Según el escrito de la fiscalía, sabiendo que podía alcanzar a los agentes y los podía matar, el imputado realizó dos disparos, uno que impactó en la puerta lateral derecha posterior del vehículo oficial, un Peugeot 309, y el otro en el cristal posterior y el reposacabezas del conductor. El arma estaba a nombre del sospechoso, que tenía la guía de pertenencia y la licencia caducada, según la versión del ministerio público.

Un agente que había salido del coche logró refugiarse a la carrera tras otro vehículo, un Renault Clio que estaba estacionado en la calle, y el otro fue alcanzado levemente en una pierna por el segundo disparo al tratar de protegerse y cuando ya salía del turismo.

A continuación, el acusado volvió al interior del edificio, recargó el arma y de nuevo salió rápidamente. Con ánimo de atemorizar a sus moradores, disparó un tercer tiro contra el balcón del primer piso. En ese momento, en la vivienda se hallaba una pareja con sus hijos menores. El proyectil llegó a romper el cristal de la ventana de la casa, pero no alcanzó a ningún miembro de la familia.

Ante la situación de claro e inminente peligro, y en cumplimiento de su deber profesional de seguridad, uno de los agentes efectuó un disparo a partes no vitales del acusado, sin llegar a alcanzarle, y varios tiros intimidatorios. Finalmente, los guardias civiles y dos policías locales lograron que el acusado entregara el arma a su mujer que estaba próxima a él y la depositó en el suelo para que fuera detenido.

La fiscalía pide una condena de 17 años y 6 meses de prisión por un delito de atentado, dos de homicidio en grado de tentativa y un delito de amenazas.

Además, reclama que indemnice con 450 euros al agente que resultó herido, con 1.412 euros a la compañía de seguros que se hizo cargo de reparar el balcón que resultó dañado y con 2.558 euros al puesto de la Guardia Civil de sa Pobla por los daños causados al vehículo oficial.