Los clanes de 'El Raúl' y 'La Eduvigis', siete de cuyos miembros fueron detenidos anteayer en una operación antidroga en Son Banya, tenían zulos para ocultar la droga y personas contratadas para venderla las 24 horas del día. La Policía Nacional consiguió desmantelar tres de los puntos de venta más activos del poblado, interviniendo 600 gramos de cocaína, 350 de hachís, 10 de heroína y unos 50.000 en efectivo. Los investigadores tenían previsto interrogar a todos los sospechosos a lo largo del día de ayer.

La 'Operación Portazo', que culminó el jueves con la entrada en Son Banya de unos 70 agentes de la Policía Nacional, pretendía asestar un duro golpe a dos de los clanes que empezaban a copar la distribución de drogas en el poblado chabolista. Las investigaciones comenzaron hace varios meses, bajo la tutelada de los juzgados de instrucción 2 y 3 de Palma, y permitieron identificar los puntos de venta de estos dos grupos.

Las pesquisas constataron que el clan de 'El Raúl', varios de cuyos integrantes ya fueron arrestados en junio de 2013 en otra operación policial, tenía dos puntos de venta. En uno de ellos, controlado por uno de los miembros de la organización, se servía cocaína las 24 horas del día. El otro era la vivienda del cabecilla y estaba dedicado a la venta de hachís.

La Policía descubrió también que este clan contaba con dos zulos en sendos inmuebles del poblado donde guardaban las partidas más importantes de droga y elaboraban las dosis. Durante la operación antidroga, los investigadores arrestaron a cuatro miembros de este grupo.

El clan de 'La Eduvigis', por su parte, regentaba el principal punto de venta de heroína de Son Banya, según la investigación policial. Este grupo contaba con un solo inmueble para guardar y vender la droga y tenía a sueldo a un inmigrante paraguayo, quien se encargaba de suministrar los estupefacientes a los compradores desde una habitación anexa a la vivienda. La Policía capturó en el operativo del pasado jueves a la cabecilla del clan, su hija y el sudamericano al que tenían contratado, que se encuentra en España de forma irregular y tiene abierto un expediente de expulsión.

Los agentes registraron a lo largo de toda la mañana del jueves cinco inmuebles del poblado vinculados a estos dos grupos familiares. En ellos encontraron 50.000 euros en efectivo, 600 gramos de cocaína, 350 de hachís, 10 de heroína en roca, 25 papelinas listas para la venta, balanzas de precisión, y sustancias para adulterar la droga.

La Policía tuvo que inspeccionar a fondo las viviendas para encontrar las drogas. De hecho, encontraron importantes cantidades de estupefacientes escondidas a conciencia, tanto debajo de una baldosa como en el interior de la pila de un lavabo. En el operativo se intervinieron también cuatro vehículos, varios aparatos electrónicos y teléfonos móviles, informó la Policía.

Los sospechosos permanecían ayer en comisaría y estaba previsto que a lo largo de la jornada fueran interrogados sobre su vinculación con el tráfico de drogas, para ponerlos hoy a disposición judicial.