La Policía Nacional ha inaugurado la temporada alta en la Playa de Palma con la primera gran redada del año. Una treintena de agentes llevaron a cabo a finales de la semana pasada un amplio operativo con las prostitutas africanas como objetivo. Los agentes identificaron a un centenar de mujeres que ofrecían sus servicios sexuales tanto en la calle como en ocho prostíbulos de la zona, que fueron inspeccionados para detectar posibles situaciones de explotación sexual. Cuatro de las prostitutas quedaron detenidas por infringir la ley de Extranjería, al encontrarse en España de forma irregular.

Los investigadores habían descubierto ya la presencia de nutridos grupos de prostitutas que, como todos los años, llegan a la isla al calor del turismo. En temporadas anteriores se detectó que buena parte de estas mujeres utilizan la oferta de servicios sexuales como tapadera para cometer robos, tanto hurtos al descuido como asaltos violentos. La Policía diseñó entonces un operativo para prevenir y combatir este tipo de delincuencia.

Más de treinta agentes de las brigadas de Extranjería y Seguridad Ciudadana, de forma coordinada, se desplegaron a última hora del pasado jueves por varios puntos de s'Arenal para identificar a las prostitutas que actúan en la zona. A lo largo de la noche, fueron identificadas un centenar de ellas tanto en la vía pública como en locales de ocio. A todas se les solicitó la documentación para comprobar si cuentan con los permisos necesarios para residir en España. Cuatro de las mujeres, según descubrieron los policías, se encontraban en situación irregular, por lo que fueron arrestadas por infracción a la ley de Extranjería.

El operativo no se centró solo en la prostitución callejera, sino que se amplió a varios clubes de alterne y prostíbulos de la zona de Playa de Palma. La Policía llevó a cabo ocho inspecciones en estos negocios para confirmar si tenían toda la documentación en regla y detectar posibles casos de explotación sexual o laboral o la presencia de menores entre las mujeres que ofrecen servicios sexuales en ellos.

En uno de los establecimientos investigados, los agentes encontraron a una joven de la que, pese a que aseguraba ser mayor de edad, sospechaban que no había cumplido todavía los 18 años. Tras llevar a cabo varias gestiones, comprobaron que en realidad tiene 17 años. Su situación administrativa en España parecía ser legal por la documentación aportada, pero la Policía detectó también que estaba dada de alta en la Seguridad Social con el nombre de otra mujer que ni siquiera se encuentra en el país.

Por ello, los dos encargados del establecimiento, una pareja formada por un guineano y una costamarfileña, quedaron detenidos como supuestos autores de delitos de prostitución de menores y falsedad documental. Ambos fueron trasladados a comisaría y el juez de guardia decretó su ingreso en prisión, como informó este diario.

El operativo llevado a cabo el pasado jueves pretendía también detectar la comisión de otro tipo de delitos como los matrimonios forzados, aunque según fuentes policiales no se descubrió ningún caso.

Las mismas fuentes señalaron que la Policía Nacional tiene previsto llevar a cabo este tipo de operaciones de forma periódica a lo largo de los próximos meses para combatir este abanico de delitos en la Playa de Palma durante la temporada turística.