La Policía Local de Palma detuvo el pasado viernes a un hombre de 35 años que había entrado a robar en la biblioteca pública Can Sales. El intruso había forzado uno de los accesos de la azotea de la finca tras acceder al inmueble a través de una obra colindante y pretendía llevarse varios ordenadores, monitores y otros aparatos electrónicos.

Los hechos ocurrieron hacia las cuatro de la tarde del viernes, cuando una central de alarmas recibió el aviso de la presencia de un intruso en el recinto público, según explicaron ayer fuentes policiales. Los vigilantes que acudieron al lugar alertaron de inmediato a la Policía Local ante las sospechas de que el delincuente todavía estuviera en el interior.

Los agentes comprobaron que en la tercera planta del edificio, en la zona de administración, había una puerta abierta y dos ordenadores con sus respectivos monitores metidos en una bolsa. La directora de Can Sales, que acudió a la biblioteca en cuanto fue alertada de los hechos, permaneció en la entrada mientras policías y vigilantes recorrían el inmueble en busca del ladrón.

Fue la mujer quien, a través del sistema de videovigilancia interno, detectó que el delincuente todavía estaba dentro y que se encontraba en una zona diferente a la de los investigadores, por lo que se comunicó con ellos y les informó de su situación.

Los policías acudieron entonces al lugar indicado y sorprendieron in fraganti al ladrón. El acusado se encontraba en el despacho de la directora y había desconectado ya otro ordenador, un monitor y un reproductor.

El sospechoso, un hombre de 36 años, fue arrestado de inmediato sin oponer resistencia. Los agentes comprobaron que había accedido al recinto forzando uno de los accesos de la terraza de la cuarta planta, a la que llegó a través del andamiaje y el encofrado de una obra colindante. Por ello está acusado de un delito de robo con fuerza en las cosas, añadieron las mismas fuentes.