Un ciudadano marroquí de 38 años fue juzgado ayer en la Audiencia de Palma por la violación de una prostituta, con la que había acordado un encuentro sexual. El acusado dijo que tuvieron relaciones sexuales consentidas, pero que ella le denunció porque le dejó a deber cinco euros. El fiscal rebajó su petición de pena de diez a seis años.
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Palma