La banda de once trileros, la mayoría de origen rumano, que actuaba en la Playa de Palma timando a turistas en junio y julio de 2012 está en busca y captura. Ayer uno de sus miembros debía ser juzgado en la Audiencia de Palma, pero la vista oral se suspendió debido a su incomparecencia. El tribunal de la sección segunda ordenó su busca y captura. El resto de sospechosos ya se encontraban en rebeldía desde meses atrás, cuando la causa estaba en un juzgado de instrucción de Palma. Así, los once imputados se hallan fugados de la justicia.

La fiscalía solicita para todos ellos penas que suman 41 años de prisión por un delito de organización criminal, robo con violencia y varias faltas de estafa y hurto. Según el ministerio público, en junio y julio de 2012, los sospechosos formaban un grupo organizado con sus funciones repartidas que se dedicaban a timar a turistas en s'Arenal con la excusa del juego del trile. En ocasiones, sustraían el dinero a las víctimas sin que estas se dieran cuenta y en otras, se enfrentaban a ellas.