Tres delincuentes secuestraron a un empleado de un salón de juegos de Palma, le maniataron y le propinaron una paliza. El objetivo era que les diera las llaves y la clave para desactivar la alarma. El lunes se sentarán en el banquillo de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma para responder de un presunto delito de robo con violencia e intimidación y otro de detención ilegal. El fiscal pide para todos ellos penas que suman 18 años de prisión.

Los hechos se originaron sobre las 2.45 horas del 2 de diciembre de 2013.en la calle 31 de diciembre de Palma. Los delincuentes le colocaron a la víctima un pasamontañas para que no pudiera identificarlos y le metieron en una furgoneta para que les diera las llaves y la clave de la alarma del salón. Al entrar en el local se disparó la alerta y los delincuentes huyeron. El empleado fue abandonado en el torrente de Can Barberà.