El incendio de Cala Tuent que se inició el pasado domingo por la tarde ya está controlado tras arrasar unas 13 hectáreas de la Serra de Tramuntana. Los empleados del Ibanat siguen trabajando en la zona y esperan que a lo largo de hoy las llamas estén sofocadas y solo quede refrescar el área calcinada en el que, de momento, es el mayor siniestro forestal de lo que llevamos de año.

Unas cuarenta personas de diferentes cuerpos de seguridad participaron durante todo el día de ayer en las tareas de extinción del incendio declarado en una zona boscosa del término municipal de Escorca. Pinos, olivos, carrizo y matorrales fueron las principales especies afectadas.

Por parte del Ibanat, actuaron brigadas forestales, agentes medioambientales, técnicos, directores de extinción y un capataz. Junto a ellos estuvieron en todo momento los funcionarios del cuerpo de Bombers de Mallorca de los parques de Sóller, Inca y Calvià.

La carretera de Cala Tuent estuvo cortada y se prohibió el acceso a la zona y la bajada a la playa durante toda la jornada. La ladera situada arriba de Cala Tuent es una zona verde de alto valor ecológico, situada entre sa Calobra y sa Costera. Es muy visitada por los turistas y también frecuentada por senderistas.

El fuego comenzó en la finca de Can Lleig hacia las 18.30 horas del domingo, hora en que los servicios de emergencias recibieron el aviso de que las llamas se estaban extendiendo por los terrenos de la Serra.

Un payés que se encarga de cuidar la finca de Can Lleig perdió el control del fuego. Antes de realizar la quema, el trabajador dio aviso al servicio de emergencias 112, que le autorizó la quema. Sin embargo, la llamada de aviso se realizó cuando las condiciones meteorológicas eran más propensas para encender el fuego. Por la tarde, cuando se inició el incendio, el viento era más intenso en Escorca.

"Aunque estuviera autorizada, con ese viento no debería haber comenzado a quemar", razonó el director-gerente del Ibanat, Joan Ramon Villalonga.

A través de las redes sociales, algunos usuarios sugirieron la idea de que el fuego podría estar relacionado con una noticia de hace dos semanas sobre una sentencia sobre la protección urbanística de Cala Tuent. El gerente del Ibanat negó la validez de estas interpretaciones e insistió en la tesis defendida por los servicios de emergencias desde el primer momento: el fuego no fue intencionado, sino que comenzó a raiz de la quema incontrolada.

Cuatro casas se vieron rodeadas por las llamas, aunque no llegaron a quemarse. En una de las viviendas había cuatro personas durante la tarde del domingo, aunque ellas mismas abandonaron el lugar por sus propios medios al ver las llamas y las columnas de humo.

La reducción del viento favoreció las tareas de los bomberos. Según los datos del observatorio de la Aemet en Lluc, ayer sopló entre 3 y 6 kilómetros por hora durante la mayor parte del día, con rachas de hasta 26. En cambio, durante el domingo, las mediciones de la intensidad del viento triplicaban las de ayer.

Hacia las siete de la mañana estabilizaron el incendio, es decir, que ya tenían cerrado todo el perímetro de las llamas. A las dos de la tarde los servicios de emergencias dieron el fuego por controlado a la espera de que lo acabaran de apagar.

Desde ese momento se redujeron los medios terrestres en Cala Tuent de unas 40 a 30 personas. Los medios aéreos estuvieron preparados para actuar, aunque prefirieron no usarlos. El helicóptero del Ibanat se desplazó hasta Escorca. Sin embargo, al estar en pendiente la zona afectada, existía el riesgo de que el agua lanzada por el helicóptero desplazara rocas ladera abajo y dificultara la labor de los bomberos.

Por la noche estaba previsto que se quedaran en la zona una brigada y una autobomba con ocho personas haciendo tareas de vigilancia para que no se reavive el fuego.