El fallo en el dispositivo GPS propició que los narcos perdieran el rastro de los 84 kilos de cocaína, ocultos en sacos de boxeo, que llegaron a la deriva en una playa de Migjorn de Formentera. La Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera investigan el origen de la droga.

Un registro minucioso de los bultos sirvió para encontrar en el interior el GPS. El dispositivo no funcionaba. La hipótesis que manejan los investigadores es que los narcos, en un momento dado, se vieron obligados a desprenderse de la cocaína. No obstante, pretendían recuperar la droga más tarde y, por este motivo, le colocaron el localizador.

El hallazgo se produjo la tarde del pasado martes en sa Platgeta, en Migjorn, en Formentera. Una mujer se percató de la presencia de varios sacos de boxeo atados entre sí en la playa y cubiertos de posidonia.

La testigo receló de estos bultos y avisó a la Guardia Civil. Una patrulla del Área de Investigación del Instituto Armado en Formentera se desplazó hasta el lugar y se percataron de que los sacos estaban rellenos de cocaína. La sustancia estupefaciente dio un peso total de 84 kilos, que podría haber alcanzado en el mercado negro un valor de cuatro millones de euros.

Al día siguiente, submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil se zambullieron en la zona para averiguar si había más sacos droga. Asimismo, una patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera peinó la zona en busca de indicios en la superficie. La playa donde aparecieron los sacos es un paraje donde suelen ir a parar fardos a la deriva, generalmente llenos de hachís.

Por otro lado, un hombre de 45 años fue detenido el martes en el puerto de Dénia (Alicante) cuando pretendía embarcar con más de dos kilos de cocaína escondidos en el hueco del airbag de su vehículo, con destino a Eivissa, informaron ayer fuentes de la Guardia Civil.

Minutos antes de zarpar

La detención se produjo la tarde del martes, después de que agentes del Área Fiscal y Fronteras del instituto armado que prestan servicio en el acceso al muelle de embarque de la línea regular con destino a Eivissa identificaran al conductor de un coche, que levantó sospechas por llegar minutos antes de la hora de salida.

En la inspección del automóvil se localizaron 2,3 kilogramos de cocaína en el interior de dos paquetes de color oscuro que estaban ocultos en el hueco del airbag, además de 650 euros en efectivo.

El sospechoso, de nacionalidad española, fue arrestado y puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Dénia, acusado de un presunto delito contra la salud pública.