La Policía Nacional ha arrestado a cuatro jóvenes en Palma por propinar una brutal paliza a un agente del mismo cuerpo, que se hallaba fuera de servicio, en la madrugada de la noche de Halloween de 2015 en Portopí. Dos de los sospechosos quedaron en libertad, mientras que los otros dos fueron puestos a disposición judicial ayer tarde. Todos ellos están acusados de los delitos de lesiones, atentado y robo con violencia, ya que presuntamente también se apoderaron del teléfono móvil de la víctima. Los detenidos supuestamente participaron en la brutal agresión al policía nacional, cuando este se hallaba sentado en las escaleras traseras del centro comercial Porto Pi. De hecho, una cámara de videovigilancia grabó la secuencia en la que el agente es pateado. El principal sospechoso le pegó una patada en la boca, que le rompió varios dientes y le dejó aturdido.
El perjudicado indicó que, antes de ser atacado por el grupo de jóvenes en las escaleras, ya se había identificado como agente de la Policía Nacional. Pese a ello, recibió golpes y patadas en la vía pública en Palma y resultó herido. Además, los agresores le robaron su teléfono antes de emprender la huida.
Según se desprende de las pesquisas, uno de los sospechosos se jactó de los hechos cometidos en un chat de mensajes de telefonía móvil. En una conversación con un grupo de allegados, hacía referencia a la paliza que dieron al funcionario policial que se hallaba fuera de servicio.
Los hechos se remontan al primer día de noviembre de 2015, durante la noche de Halloween, cuando el perjudicado se hallaba en un local de copas en las inmediaciones del Paseo Marítimo de Palma, en la zona cercana a Portopí. Dentro del establecimiento, la víctima y uno de los muchachos sospechosos tuvieron un encontronazo.
Ambos empezaron a discutir y la disputa fue subiendo de tono llegando incluso a forcejear. Uno de los jóvenes implicados avisó a su grupo de amigos para que intervinieran.
Poco después, el policía nacional decidió abandonar el pub y salió a la calle solo. El agente libre de servicio se marchó del lugar caminando y se dirigió hacia las escaleras traseras de las terrazas del centro comercial Porto Pi. Una vez allí, se sentó.
Mientras, el grupo de jóvenes, tras percatarse de que la víctima se acababa de ir del local, también salieron al exterior y le siguieron. Una cámara captó este momento.
Luego, al ver al perjudicado sentado en las escaleras impasible, le pegaron una paliza. Uno de los agresores le propinó una patada en la boca. Como consecuencia de los golpes, el hombre sufrió la pérdida de varios dientes y otras lesiones.
