Un joven acusado aceptó ayer en la Audiencia de Palma una condena de tres años y medio de prisión por un delito continuado de abuso sexual a una niña de siete años en el domicilio que ambos compartían en Menorca entre 2013 y 2014.

El imputado, de 29 años, confesó los hechos ante el tribunal de la sección segunda y se conformó también con la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima por un periodo de siete años. La vista oral se celebró ayer a puerta cerrada. El sospechoso se fue a vivir a la casa de la madre de la perjudicada en 2011. En esas fechas, la mujer residía junto con sus hijos de cuatro y un año. En abril de 2014, una mañana que el acusado volvía de fiesta y aprovechando que la madre dormía, se empezó a masturbar ante la niña y fue sorprendido por la progenitora. Desde enero de 2013, sometía a tocamientos a la menor, que contaba con siete años.