Una menor de 13 años fue explorada ayer en Son Espases después de que denunciara haber sido agredida sexualmente por su padre en los últimos cinco años. La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer los supuestos abusos.

Los hechos se iniciaron en la mañana de ayer en el hospital de referencia de Balears. Una adolescente de 13 años solicitó ser sometida a una exploración ginecológica después de que denunciara haber sido agredida sexualmente por su progenitor.

Según el testimonio de la menor, su padre la habría agredido sexualmente por última vez una semana antes. Tal y como es preceptivo en estos casos, los facultativos comunicaron los supuestos abusos a una menor al juzgado de guardia.

Debido al tiempo transcurrido respecto a la última supuesta agresión sexual del padre a su hija, en torno a una semana, los especialistas no encontraron en la exploración ginecológica huellas compatibles con estos abusos.

A raíz de esta denuncia y del informe del personal sanitario, un médico forense se desplazó desde el Juzgado de Instrucción número 4 de Palma, ayer en funciones de guardia, hasta el centro hospitalario para certificar si existían indicios de abusos sexuales en la menor.

Los facultativos no encontraron resultados concluyentes de que la menor pudiera haber sufrido una agresión sexual. En primer lugar, no hallaron huellas en los genitales de la adolescente denunciante. Según su versión, los abusos con penetración habría ocurrido una semana antes.

Sin restos biológicos

El personal sanitario tampoco halló otros restos biológicos que pudieran pertenecer al progenitor de la víctima. En cualquier caso, estos resultados provisionales quedaban pendientes de un análisis más exhaustivo para determinar si habían existido estos abusos.

El juzgado quedó a la espera de que desde el hospital Son Espases le comunicaran el resultado de este estudio para determinar las medidas a adoptar en caso de que se confirmara los supuestos abusos continuados a la menor durante algo más de un lustro.

La denuncia de la menor también se trasladó al Servicio de Atención a la Familia (SAF) del Cuerpo Nacional de Policía. No obstante, los investigadores también quedaron a la espera de estos resultados y de tomar declaración a la adolescente de manera formal para que les explicara con detalle cómo y cuándo se habrían producido estos abusos.

Aunque hasta el momento no había constancia de que esta menor hubiera sufrido agresiones y abusos sexuales a manos de su padre, la adolescente aseguró ayer que los primeros episodios se produjeron cuando tan solo contaba con ocho años. De hecho, se habrían prolongado cinco años y el último ocurrió la semana pasada.