Al menos otras tres trabajadoras de un centro escolar de Calvià habrían sido víctimas de acoso sexual. La Guardia Civil realizó este hallazgo después de detener el jueves al propietario del colegio por presuntos abusos sexuales a su hija, empleada en la entidad, desde que esta contaba tan solo con tres años.

Efectivos del Equipo de Mujer y Menor (Emume) de la Guardia Civil detuvieron el jueves al propietario y director de este elitista centro escolar, de 72 años, en su domicilio de Santa Ponça. Los investigadores también registraron su despacho en el centro educativo, donde intervinieron un ordenador y abundante material informático, pendiente del vuelco y su posterior análisis.

De acuerdo con la denuncia interpuesta por la víctima, los presuntos abusos sexuales se habían iniciado en el Reino Unido desde que ella contaba tan solo con tres años y se habrían prolongado durante los últimos 50 años, entre Gran Bretaña y Mallorca.

La denunciante, de 53 años, se encontraba muy asustada y sometida al autoritarismo paterno. De hecho, la víctima se armó de valor para sacar a la luz lo ocurrido después de que su progenitor la hubiera amenazado supuestamente durante todo este tiempo con hacer daño a su madre.

Estos supuestos abusos sexuales del propietario del colegio de Calvià hacia su hija habrían consistido fundamentalmente en tocamientos y en masturbaciones, que se repetían con una frecuencia casi diaria. Esta penosa situación se habría prolongado hasta el pasado mes de noviembre, momento en el que ella decidió finalmente abandonar el centro.

La víctima mantuvo en todo momento reticencias a interponer denuncia contra su padre por los presuntos abusos a los que había sido sometida. El progenitor negó categóricamente estos cargos y se mantuvo en todo momento "muy tranquilo". Su actual pareja también le defendió encendidamente y salió al paso de la supuesta acusación.

La detención del propietario del prestigioso centro escolar de Calvià causó una profunda conmoción entre los padres de alumnos. El arresto se produjo en su domicilio de Santa Ponça, aunque luego fue trasladado a las instalaciones del colegio para realizar un minucioso registro en su despacho. A continuación, el detenido fue conducido a la Comandancia de la Guardia Civil en Balears , en la calle Manuel Azaña de Palma, para su interrogatorio.

Dado que su detención no había pasado en absoluto inadvertida, el dueño del centro escolar escribió una carta y la remitió a padres, alumnos y al personal del centro escolar. "Confío en la Justicia y les pido que sigan manteniendo su confianza en el colegio", recalcó.

Asimismo, el dueño del colegio de Calvià salió al paso de la acusación vertida contra él por supuestos abusos sexuales a su hija, trabajadora de la entidad. El ahora detenido no dudo en calificar de "falsa" la denuncia interpuesta contra él y, según la misiva, le estaban culpando "del peor delito del que se puede acusar a una persona".

Muestras de apoyo

La carta logró su propósito y había logrado calar hondo en buena parte de madres de alumnos que acudieron ayer al centro escolar a recoger a sus hijos. "Tenemos confianza total en él. Si no no estaríamos aquí", subrayó la madre de una alumna.

Por el contrario, las noticias de presuntos abusos habían causado inquietud a otros muchos padres que tienen a sus hijos cursando estudios en este centro. "Estamos muy preocupados por las noticias que han aparecido en prensa y estamos considerando cambiarlos de colegio", abundó el progenitor de varios alumnos.

Mientras tanto, los investigadores ultiman las pesquisas en torno a la denuncia por abusos y, al menos, tres casos de acoso sexual en el centro. El dueño de este elitista colegio de Calvià será puesto hoy a disposición judicial.