Un hombre y una mujer han sido condenados a penas que suman cinco años y tres meses de cárcel por cometer un robo en Palma e intentar vender los efectos pese a que él tenía una orden de alejamiento en vigor. El acusado aceptó cuatro años de prisión por robo con fuerza en casa habitada y quebrantamiento de condena y ella se conformó con una pena de un año y tres meses por receptación. Ambos tenían antecedentes y se les ha aplicado la agravante de reincidencia.
Los hechos ocurrieron entre los días 28 de septiembre y 5 de octubre de 2015, cuando el procesado, de 36 años, violentó con una palanca la puerta de un piso de la calle Arquitecte Gaspar Bennazar. La vivienda estaba desocupada en aquella época y el ladrón no encontró oposición. Según admitió durante el juicio celebrado en un juzgado de lo penal, se apropió de varios efectos valorados en algo más de mil euros.
El ladrón entregó el botín a su pareja, una joven de 32 años a la que tenía prohibido acercarse. Apenas tres meses antes, en junio de ese año, un juzgado de violencia sobre la mujer le condenó por un episodio de malos tratos y le impuso una orden de alejamiento durante dos años. Sin embargo, seguían manteniendo una relación sentimental. La mujer, con pleno conocimiento de que los objetos procedían de un robo, vendió parte de ellos y guardó el resto en su domicilio.
Los dos acudieron juntos el 9 de octubre a una tienda de compraventa de productos de segunda mano, situada en la calle Aragón, en Palma. Allí fueron detenidos por la Policía Nacional cuando trataban de colocar los efectos robados. El hombre ingresó en prisión preventiva por orden judicial al día siguiente.
La fiscalía imputó al acusado un delito de robo con fuerza en casa habitada y otro de quebrantamiento de condena, por los que reclamaba inicialmente seis años de cárcel en total. La mujer, procesada por receptación, se enfrentaba a dos años de prisión.
El ministerio público rebajó esta petición tras alcanzar un acuerdo de conformidad con las defensa y los dos acusados admitieron el relato de los hechos. El hombre se conformó finalmente a un total de cuatro años de prisión por los mismos delitos, con la agravante de reincidencia y la atenuante de toxifrenia, mientras que su pareja fue finalmente condenada a un año y tres meses por vender los efectos robados, con la misma agravante. El procesado deberá además indemnizar a la víctima del robo con 557 euros por los objetos sustraídos que no han sido recuperados.
