El tribunal de la sección primera aceptó la petición del abogado defensor para que el juicio se celebrara a puerta cerrada, sin que periodistas, reporteros gráficos y el público en general pudieran estar presentes en la vista. El letrado alegó que la condenada y la víctima tienen hijos en común, pese a que estos no estaban citados a declarar ni aparecen en el relato de las acusaciones. La celebración de juicios a puerta cerrada es una medida excepcional que suele adoptarse en casos graves de abusos a menores.