Dos jóvenes aceptaron ayer al mediodía sendas penas de un año de prisión y mil euros de multa por controlar un punto de venta de marihuana en un inmueble de Palma en 2014. Los dos sospechosos confesaron los hechos en un juzgado penal de la ciudad y se declararon responsables de un delito contra la salud pública.

La magistrada dictó sentencia 'in voce' contra ambos. A uno de ellos se le suspende la condena por un periodo de tres años, mientras que al otro se le sustituye el año de cárcel por 24 meses de multa con una cuota diaria de tres euros.

La fiscal solicitaba para ellos inicialmente cuatro años, pero ayer rebajó su petición al indicar que ambos desconocían que uno de los compradores era menor de edad. La Policía desmanteló el punto de venta en 2014 e intervino unos 90 gramos de marihuana.