Un turista alemán de 73 años no olvidará las vacaciones de este año en Mallorca. Sufrió un infarto cuando iba al volante de un coche, junto a su mujer, y volvió a nacer gracias a la rápida y certera intervención de dos jóvenes guardias civiles en plena carretera entre Sant Llorenç des Cardassar y Artà. Los dos agentes, Juan Miguel Rubio y Carlos García, no se lo pensaron ni un segundo y corrieron a auxiliar a la víctima, que carecía de pulso y respiración. Tras practicarle maniobras de reanimación durante más de quince minutos, lograron recuperar sus constantes vitales y estabilizarle. La patrulla de la Guardia Civil le salvó la vida.

Los hechos ocurrieron el pasado lunes 1 de febrero, aproximadamente a las cinco de la tarde, cuando los dos agentes se encontraban en un control. La patrulla se hallaba realizando un punto de verificación de seguridad ciudadana en la carretera MA-15, en el tramo que discurre entre los municipios de Sant Llorenç des Cardassar y Artà.

Los dos guardias civiles en seguida se percataron de que un vehículo se había detenido a unos treinta metros de donde ellos estaban y les llamó la atención al escuchar el claxon. La patrulla se aproximó para comprobar lo que sucedía y, una vez en el lugar, los dos jóvenes agentes observaron en el interior del turismo a una pareja de ciudadanos germanos de avanzada edad que se hallaba en apuros.

La mujer, de 71 años, trataba de mover a su compañero, el conductor, de 73, que se encontraba reclinado sobre el asiento con tez pálida y los ojos abiertos. Momentos antes, el alemán había podido detener el automóvil a tiempo al sentirse indispuesto. Los agentes reaccionaron de inmediato y, tras someter al afectado a diferentes estímulos, vieron que este no reaccionaba. Acto seguido, constataron que carecía de pulso y respiración. Había entrado en parada cardiorrespiratoria. Ante la gravedad de su estado, la patrulla de la Guardia Civil le abrió la boca para iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar. En ese momento, comprobaron que la lengua le taponaba las vías respiratorias.

Consiguieron liberar las vías y se valieron del cuello de una botella de agua que le colocaron en la boca para evitar que cerrara los dientes. Así, obtuvieron un hueco para poder reanimarle y evitar que se asfixiara con su propia lengua.

Durante unos 17 minutos, los dos guardias civiles realizaron el masaje cardiopulmonar al turista hasta que se detuvo en la carretera una joven que se identificó como enfermera. La especialista les ayudó con las maniobras de recuperación que duraron 22 minutos. Luego, llegaron dos ambulancias que se hicieron cargo del afectado, lo estabilizaron y lo trasladaron al hospital de Manacor. El conductor germano había sufrido un infarto y quedó ingresado en el centro hospitalario.

La mujer fue acompañada al hospital por una patrulla. La pareja se encontraba de vacaciones en la isla. La ayuda de la Guardia Civil fue providencial para salvarle.