La Audiencia de Palma ha condenado a once años de prisión a un hombre por violar en seis ocasiones a la hija de su entonces compañera sentimental, cuando esta contaba 13 años, y por abusar sexualmente de ella de forma reiterada con 12, entre 2013 y 2014. El acusado, que lleva encarcelado desde abril de 2015, confesó ayer los cargos ante el tribunal de la sección segunda y se conformó con la pena de once años. El hombre, defendido por el letrado Antoni Monserrat, se enfrentaba a una petición de condena de la fiscalía de 88 años de prisión por nueve delitos, pero el ministerio público ayer rebajó 77 años su solicitud al calificar los hechos como dos delitos continuados de abuso sexual, uno de ellos con acceso carnal.

El procesado admitió ante la sala que entre 2013 y 2014, y también a principios de 2015, abusó y violó a la víctima menor de edad. La mayoría de veces ocurrió en el domicilio familiar que compartían la niña, la madre y el imputado en Palma. El sospechoso ayer se declaró autor de dos delitos continuados de abuso sexual. Además de aceptar once años de cárcel, se conformó con otros cinco años de libertad vigilada, la prohibición de aproximarse y comunicarse con la perjudicada durante once años y una indemnización de 24.000 euros. Según indicó ayer su abogado en el juicio, el hombre ya ha resarcido el daño al haber pagado 24.000 euros por los perjuicios causados.

Los hechos se iniciaron a finales de 2013, durante un viaje a Menorca, cuando el procesado se metió en la cama de la niña, de 12 años, y la empezó a tocar. La menor le dijo que tenía miedo y que se marchara y él accedió. Luego, en Palma los tocamientos íntimos se repitieron en el cuarto de la víctima cuando ella dormía e incluso el hombre se masturbaba ante ella. Con 13 años, él aprovechó que estaba sola en casa, la besó, la desvistió y la forzó. Las violaciones se repitieron al menos otras cinco veces a lo largo de 2014 y principios de 2015. El sospechoso confirmó ayer todos estos episodios.