Los Bombers de Palma atendieron ayer una treintena de incidentes relacionados con el vendaval, la mayoría por árboles y objetos que cayeron o amenazaban con hacerlo. Todas las incidencias se solventaron en pocos minutos sin tener que lamentar daños personales.

Los servicios más laboriosos fueron la retirada de un gran pino que al filo de las seis de la tarde cayó sobre la calzada a la altura del número 4 de la calle Federico García Lorca y de otro que, hacia la medianoche, cortaba el paso en el camí de La Real. Los equipos de emergencias retiraron también un letrero de ocho metros que amenazaba con ceder en el Paseo Marítimo, cerca de la torre de Peraires.

En el resto de la isla se produjeron menos incidencias. Los Bombers de Mallorca solo atendieron una decena de servicios, la mayoría de ellos concentrados en Sóller, de cuya iglesia se retiraron varias tejas por riesgo de desprendimiento. Hubo también intervenciones en Felanitx, Manacor, Esporles y Valldemossa.

Intensa búsqueda en Asturias

La búsqueda del niño de 20 meses que el lunes fue arrastrado por un golpe de mar en la localidad asturiana de Navia continúo en mitad de un fuerte temporal, que puso ayer en alerta a 40 provincias de 15 comunidades por nieve, viento y olas, y que provocó cuantiosos daños materiales en el País Vasco.

El niño, de padre español y madre peruana, fue arrastrado por una ola en una playa de Frejulfe cuando le llevaba en brazos su abuelo y estaba acompañado también por su padre. El pequeño Hugo había llegado hacía pocas semanas de Perú para conocer a sus abuelos e iniciar una nueva vida en El Espín, la localidad natal de su padre. Numerosos efectivos de los servicios de emergencias rastreaban ayer la zona por tierra y aire para intentar encontrar al niño.