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Explotación laboral

Queda libre la mujer del jefe de la mafia laboral presa desde diciembre

El juez instructor fijó una fianza de 10.000 euros para que la sospechosa pudiera salir de la cárcel

La mujer del cabecilla de la mafia laboral, Juan Antonio S.G., ha quedado en libertad tras pagar una fianza de 10.000 euros después de haber pasado más de un mes y medio encarcelada por su presunta relación con la trama dedicada a la explotación laboral, fraude a la Seguridad Social, delito contra la Hacienda Pública, falsedad documental, organización criminal y contra la salud pública a través de decenas de restaurantes que controlaba la red en Palma. La sospechosa salió de prisión el pasado viernes al serle notificado un auto en el que el magistrado del juzgado de instrucción número 1 de Palma, encargado de investigar el caso, accedía a su puesta en libertad y fijaba una fianza de 10.000 euros que fue abonada por sus allegados.

La mujer es la primera persona que ha salido libre de los seis detenidos a mediados de diciembre que fueron encarcelados por orden judicial en el marco de la 'operación 14'. Entre estos imputados se encuentra su compañero sentimental, Juan Antonio S.G., y su cuñado, Jerónimo S.G., considerados como los "cerebros" y jefes de la organización. Todos ellos ingresaron en prisión provisional el pasado 16 de diciembre de 2015, dos días después de que los agentes de la UCRIF de la Policía Nacional culminaran las pesquisas y arrestaran a 14 personas. Además, el juez acordó el precinto de 22 restaurantes de Palma, entre ellos el emblemático Diplomatic, ubicado junto al Parlament. Posteriormente, hubo otros cuatro detenidos y se clausuraron como medida cautelar otros once locales.

La mujer del jefe de la mafia laboral tenía un papel importante en la trama, según el juez, ya que aparece como administradora de varias sociedades y fue vista en seguimientos policiales firmando numerosa documentación. La sospechosa está considerada por los investigadores como una testaferro y persona de confianza de los cabecillas de la red. Al pasar a disposición judicial, se negó a contestar a las preguntas de la fiscalía, pero puntualizó ante su letrado defensor que ella no gestionaba las empresas ni acudía a los restaurantes donde presuntamente se explotaba laboralmente a los trabajadores.

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