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Reacciones

"Ni se reciclaba la comida, ni había bichos en las cocinas"

Empleados de uno de los empresarios encarcelados por la mafia laboral niegan las prácticas insalubres y reclaman la reapertura de los locales

Ocho empleados del empresario Ángel L.C. (dos prefirieron no aparecer en la fotografía), con las 37 firmas de apoyo recogidas.

Un grupo de empleados de Ángel L.C., uno de los empresarios encarcelados por su implicación en la mafia laboral, se han unido para negar buena parte de las acusaciones que pesan sobre él. "Todo es mentira. Ni se reciclaba la comida, ni había bichos en las cocinas, ni se cobraba más a los turistas", sostienen una decena de trabajadores en declaraciones a DIARIO de MALLORCA. "Nunca nos dio instrucciones para cometer irregularidades ni nos hemos sentido maltratados", aseguran, al tiempo que reclaman que se permita la reapertura de los locales clausurados. "No tiene sentido que si quieren protegernos nos dejen sin trabajo", sostienen.

Mercedes, Bernardo, Mou, María, Rodolfo y Nabil son algunos de los 37 cocineros y camareros de los diferentes restaurantes -Almudaina, Dolce Amaro, Arxi, Bosco, Puerto Bahía- de Ángel L.C. que han firmado "sin presiones de ningún tipo" un documento de apoyo al empresario para el que han trabajado durante varios años. "Se han dicho muchas mentiras que nos afectan como profesionales del sector. Nunca haríamos ese tipo de cosas", argumentan. Todos coinciden en negar que la comida sobrante de un cliente se aprovechara para otro comensal, como han explicado a la Policía numerosos testigos. "Lo que sobraba iba al cubo de la basura. Y además, no había opción de reciclar porque el cliente se lo comía todo", afirma uno de los cocineros. También niegan que se aprovecharan los restos de bebida para servirlos al siguiente cliente, que se dieran bebidas de peor calidad y más baratas que las ofrecidas en la carta o que las consumiciones se cobraran más caras a los turistas. "Ni teníamos ninguna orden de hacerlo ni lo hacíamos", aseguran.

Estos trabajadores rechazan que las condiciones en las cocinas fueran antihigiénicas. "Nunca ha habido bichos. Durante los últimos años han venido varias veces inspectores de Sanidad y nunca han detectado nada de eso", replica la cocinera de uno de los restaurantes durante los últimos cinco años.

¿Por qué, entonces, hasta 32 trabajadores han contado a la Policía que esas irregularidades eran sistemáticas? "Hay gente que se va de los sitios de mala manera", argumentan, apuntando a una posible venganza. El perfil que ofrecen de su jefe es radicalmente opuesto al que dibujan los investigadores: "Con nosotros [Ángel L.C.] siempre se ha portado bien, nunca nos hemos sentido maltratados ni amenazados. Si veía que alguien no valía en un local lo mandaba a otro para ver si funcionaba. La Policía no ha querido escucharnos. Cuando veían que nuestras declaraciones eran positivas, decían que nos les interesaba", critican.

Los empleados del empresario encarcelado prefieren pasar de puntillas sobre las irregularidades en las contrataciones, los pagos en negro y la doble contabilidad de los negocios. "Nunca nos han forzado a nada. Peor estamos ahora, sin poder trabajar". Y es que este grupo de trabajadores asegura estar "en un limbo" laboral, con los restaurantes en los que trabajaban clausurados por orden judicial y sin cobrar.

Reclaman la reapertura

"De la noche a la mañana, justo antes de las navidades, nos quedamos sin empleo. Tenemos hijos, hipotecas que pagar... Si como dicen somos víctimas de una mafia, no tiene sentido que nos hagan esto". Por eso, reclaman que se permita la reapertura de los locales en los que trabajan, medida que ya se adoptó con respecto a otros negocios de la red.

La investigación policial apunta a que Ángel L.C. no era más que un testaferro colocado por los líderes del entramado, los hermanos Juan Antonio y Jerónimo S.G.Juan Antonio y Jerónimo S.G., para poder dirigir esos negocios en la sombra. Los empleados, sin embargo, sostienen que Ángel L.C. funciona por su cuenta y aseguran que no estaban a las órdenes de nadie más. "Han mezclado muchas cosas. Nosotros no sabemos cómo funcionaban el resto de empresarios investigados. Solo él era nuestro jefe", sentencian.

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