El exalcalde de Bunyola, Jaume Isern, se tendrá que sentar en el banquillo de los acusados para responder de un presunto delito de imprudencia grave, en el mantenimiento del alumbrado público, que costó la vida al joven David Grimaldos. El fiscal solicita para él un año de prisión por este motivo.
El representante del ministerio público pide también para el electricista del municipio idéntica pena de un año y medio de prisión, al considerarle partícipe del mismo delito.
Sobre las 00.30 horas del 31 de agosto de 2014, David Grimaldos, de 18 años, falleció electrocutado al tocar una farola e durante la fiesta de los Quintos de la localidad. Los intentos por reanimar al joven resultaron vanos.
En su escrito de acusación, el Ministerio Público resalta que tanto el alcalde de Bunyola como el funcionario que ejercía de electricista en el municipio "no adoptaron las más mínimas normas de cuidado para el mantenimiento del alumbrado público".
El fiscal centra su acusación en la farola donde se produjo la fatal descarga eléctrica que acabó con la vida del joven palmesano de forma instantánea. Así, la farola situada en el número 20 del Passeig Antoni Estarellas presentaba el báculo, la carcasa exterior, "con deficiencias en su protección mecánica".
Irregularidades
Entre las irregularidades detectadas por la fiscalía en esta luminaria se encuentran que "carecía de estanqueidad y faltaba el fusible de protección". En su lugar se colocó un conductor que hacía contacto con la carcasa del báculo de la instalación.
Las consecuencias de estas irregularidades en el alumbrado público de Bunyola se percibieron de forma trágica el 31 de agosto de 2014 durante la celebración de la noche de los Quintos. Según el escrito de acusación del fiscal, David Grimaldos se subió a una balaustrada y, al apoyarse en ella, recibió una descarga eléctrica de al menos 137 voltios. "La electrocución produjo su fallecimiento", subraya el Ministerio Público.
El fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de imprudencia grave con resultado de muerte. Solicita por ello para el exalcalde y el electricista de Bunyola un año y medio de prisión y el mismo tiempo de inhabilitación.
Por su parte, la acusación particular, ejercida por la familia de David Grimaldos, considera que los hechos son constitutivos de un presunto delito de homicidio imprudente grave.
La familia de la víctima eleva a tres años la solicitud de prisión para el exalcalde de Bunyola y la misma cantidad para otro funcionario del Consistorio. Mientras que para el electricista, como responsable directo de la instalación eléctrica, la acusación reclama una pena de cuatro años de cárcel.
