La conductora de un todoterreno arrolló a un ciclista el pasado mes de diciembre y lo dejó tendido en el suelo herido grave antes de emprender la huida. El fuerte impacto arrancó un retrovisor del vehículo. Agentes del Instituto Armado la localizaron un mes y medio después y fue investigada por un presunto delito de omisión del deber de socorro, lesiones por imprudencia y conducción temeraria.

Los hechos, siempre según la Guardia Civil, ocurrieron el pasado 3 de diciembre a la altura del cementerio de Santa Maria. Agentes de la Policía Local se toparon en la MA-3030 con un ciclista malherido en la calzada. A escasos metros de distancia se encontraba un espejo retrovisor que el vehículo todoterreno había perdido durante el atropello.

Los agentes avisaron al Instituto Armado para que se hiciera cargo del caso. A continuación, efectivos del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico iniciaron las pesquisas para localizar a la conductora del turismo fugado y esclarecer cómo se había producido el atropello.

En primera instancia, los investigadores averiguaron que el espejo retrovisor que había perdido en el impacto pertenecía a un Volkswagen Tiguan de color blanco, de reciente matriculación. La investigación se centró en este modelo y los datos se cotejaron con las versiones de los testigos del atropello junto al cementerio de Santa Maria. Los agentes de la Guardia Civil realizaron numerosas visitas a talleres mecánicos y a establecimientos de venta de recambios por si el propietario de un vehículo todoterreno de estas características había acudido a repararlo.

Tras numerosas verificaciones, los agentes averiguaron que un vehículo todoterreno similar al implicado en el siniestro, un Volkswagen Tiguan de color blanco, de una antigüedad similar había sido reparado en un taller de Palma.

Sin espejo retrovisor

A este coche le faltaba el espejo retrovisor derecho y presentaba una serie de daños compatibles con el atropello de un ciclista. Finalmente, los agentes comprobaron que el vehículo era propiedad de un rent a car, que en la fecha del siniestro lo había alquilado a una mujer de 50 años residente en un pueblo del centro de Mallorca.

Los investigadores localizaron el pasado 27 de enero a la conductora y le tomaron declaración en calidad de investigada. La mujer alegó que ese día había chocado con una motocicleta que la había rebasado y no se detuvo.