La Audiencia de Palma juzgará el jueves a un hombre, para quien el fiscal pide 18 años de cárcel, acusado de haber cometido dos violentos robos en domicilios de Palma donde obligó a sus moradores a entregarle dinero y objetos de valor bajo amenazas, y en uno de los cuales llegó a maniatar a una de las víctimas.

Los hechos ocurrieron el pasado mes de abril, en Cala Major y La Vileta, por los que la fiscalía pide que el acusado sea condenado como autor de un dos presuntos delitos de robo y de detención ilegal. En el primer suceso, el acusado estaba intentando arrancar el marco de la puerta de una casa para entrar en ella cuando fue sorprendido por una vecina, según recoge el escrito de acusación. Alertada por el ruido, al abrir ésta la puerta de su propio domicilio para ver qué pasaba, fue empujada al interior por el acusado quien la agarró de los brazos, la amenazó poniéndole un destornillador en el vientre y le reclamó que no le mirase a la cara y le diera dinero y el oro que tuviera o la mataba. El ladrón se llevó un teléfono móvil y varias joyas, objetos valorados en total en unos 2.400 euros.

Siete días después, el mismo hombre fue sorprendido por un joven mientras robaba en su vivienda situada en La Vileta. Le obligó a entregarle dinero y joyas y le amenazó con "rajarle" con un cuchillo si avisaba a la Policía. Tras apropiarse de joyas, relojes, un ordenador portátil y tres móviles, el ladrón ató de pies y manos al joven y le reclamó de nuevo todo el dinero y las joyas. Finalmente sustrajo una cubertería de plata.

El fiscal acusa también a dos personas que ayudaron al sospechoso a vender lo robado en un establecimiento de compraventa de oro y pide para ellos dos años de prisión por un delito de receptación.