Un acalorada discusión entre dos trabajadores chinos de una obra de Jaume III se saldó ayer con uno de ellos debatiéndose entre la vida y la muerte. La víctima, de 53 años, resultó herida en estado crítico después de golpearse en la cabeza tras ser empujada por un compañero. La Policía Nacional detuvo al otro operario por un presunto delito de lesiones graves.

El incidente ocurrió sobre las diez menos cuarto a la altura del número 23 de la calle Jaume III. Dos operarios chinos de una obra de la céntrica avenida palmesana, empleados de una empresa de la construcción mallorquina con sede en Lloseta, salieron del trabajo y, por motivos aún desconocidos, empezaron a discutir entre ellos.

De repente, uno de ellos zanjó la discusión de manera expeditiva. El operario de 47 años le dio un fuerte empujón a su compañero de 53. La víctima perdió el equilibrio y se golpeó fuertemente en la cabeza. El trabajador quedó tendido en la calle inconsciente sobre un gran charco de sangre.

La pelea provocó un gran revuelo en la céntrica calle palmesana. Numerosos transeúntes que acertaron a pasar en ese momento por la calle quedaron sobresaltados al ver a la víctima tendida en la acera inconsciente.

De inmediato, un dispositivo especial de emergencias se activó en torno al lugar donde había ocurrido la pelea. Las asistencias sanitarias de la clínica Juaneda se movilizaron en una UVI móvil. También acudieron facultativos del Ib-salut a bordo de una ambulancia convencional.

El trabajador chino de 53 años había sufrido un fuerte traumatismo craneoencefálico tras golpearse en la caída. Los indicios apuntaban a que podría presentar un posible coágulo en el cerebro y era preciso intervenirle quirúrgicamente de urgencia.

Efectivos de la Policía Local también acudieron al lugar donde se había producido la agresión con gravísimos resultados. A continuación, los agentes activaron la denominada ‘alerta verde’ para facilitar la rápida llegada de la víctima a Son Espases. El operario fue conducido directamente al quirófano para ser operado. La delicada intervención se prolongó durante varias horas.

Investigación policial

Por su parte, agentes de la Policía Nacional abrieron una investigación para tratar de esclarecer lo ocurrido. Los funcionarios interrogaron a numerosos testigos que señalaron a un operario como el autor del empujón que había hecho que la víctima perdiera el equilibrio.

A continuación, los funcionarios detuvieron al trabajador oriental de 47 años que había discutido con su compañero por un presunto delito de lesiones graves. El operario chino fue conducido hasta las dependencias de la Jefatura Superior de Policía, situada a escasa distancia, para interrogarle con la ayuda de un intérprete.

No obstante, los investigadores estaban pendientes de las noticias que llegaban del hospital, donde estaba siendo operada la víctima, para comprobar si conseguía superar las gravísimas lesiones que presentaba. De lo contrario, el detenido podría ser acusado de un presunto delito de homicidio imprudente.