La autopsia practicada al menor de siete años hallado muerto en su casa de Girona descarta que la muerte haya sido violenta, según han explicado a Europa Press fuentes de la investigación.

Los padres del menor pasarán la mañana de este viernes a disposición judicial, tras haber sido detenidos el martes por la tarde como presuntos autores de un delito de homicidio imprudente.

El cadáver apareció el martes después de que la propietaria del piso en el que vivía la familia acudiera a cobrar el alquiler y alertara a la policía catalana al notar un comportamiento extraño del padre.

La investigación de Mossos apunta a que la familia comía y dormía en la misma habitación en la que estaba el cadáver y, según otras fuentes, el padre hacía creer al resto de la familia que el menor no estaba muerto.

Las primeras hipótesis apuntan a que el niño pudo haber muerto por una enfermedad sin que los padres lo llevasen al médico puesto que no creen en la medicina convencional.