Un delincuente aprovechó ayer que una mujer alemana paseaba sola de noche por Palma para abordarla por la espalda y arrebatarle el bolso. Sin embargo, el ladrón no contó con la colaboración ciudadana. Varios jóvenes presenciaron el robo y fueron tras él. La Policía Nacional lo detuvo poco después.

Los hechos ocurrieron sobre las doce y veinte de la medianoche de ayer en la calle Velázquez de Palma. Una mujer alemana de 57 años paseaba en esos momentos cuando un ladrón vigilaba a su espalda todos sus movimientos.

El delincuente, de 26 años, creyó ver el momento propicio y se dirigió sigilosamente hacia su víctima. Cuando se encontraba a su altura, le dio un fuerte tirón del bolso y echó a correr. Su fechoría fue presenciada por otros jóvenes que se encontraban en la zona y no querían que el ladrón se hiciera con el botín.

Los testigos le persiguieron a la carrera al tiempo que gritaban "¡al ladrón!". El delincuente comprobó de inmediato cómo lo que aparentemente se perfilaba como un robo fácil se había trastocado por completo gracias a la colaboración ciudadana.

El delincuente comprobó que no se podía deshacer de sus perseguidores. De hecho, le iban ganando terreno y estaban a punto de darle alcance. Una situación que no había contemplado al darle un tirón del bolso a una mujer de 57 años.

Cuando llegó a la calle Gelabert de Centelles, el delincuente intentó un último ardid para al menos conseguir escapar. El ladrón arrojó el bolso que acababa de arrebatar a la víctima. Por medio de esta maniobra, pretendía que los perseguidores se entretuvieran en recogerlo y le proporcionaran el suficiente respiro para darse a la fuga sin mayores complicaciones.

En parte, así fue. Los concienciados ciudadanos recogieron el bolso para entregárselo a la mujer. No obstante, los testigos avisaron a la Policía y aportaron una pormenorizada descripción física del ladrón.

Descubierto en Costa i Llobera

Una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía se personó rápidamente en la calle Gelabert de Centelles e interrogó a los testigos, que le dieron a ellos el bolso de la víctima. El ladrón no tardó en ser detectado. En concreto, en la calle Costa Llobera los perseguidores señalaron al ladrón, al que reconocieron sin ningún género de dudas.

Al verse descubierto, el sospechoso echó de nuevo a correr. Los policías, por su parte, se subieron al coche patrulla para tratar de darle alcance cuanto antes y evitar que lograra escapar. Los agentes le ganaron terreno al delincuente y le dieron alcance poco después cuando este transitaba por la calle Aragón.

El presunto ladrón ya no tuvo opción de intentar escapar de nuevo. No obstante, trató de jugar al despiste para evitar ser detenido. Cuando los policías le preguntaron por el robo del bolso a una mujer, el delincuente aseguró que vio "cómo se le caía".

Sin embargo, esta versión contrastó diametralmente con la aportaba por los numerosos testigos. Todos ellos coincidieron en señalarle a él, sin ningún género de dudas, como el sujeto que había asaltado a la víctima en la calle Velázquez. A continuación, los policías le detuvieron por un presunto delito de robo con violencia y devolvieron el bolso a la mujer.