El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia que impuso 17 años y tres meses de prisión a dos hombres por un violento atraco en un domicilio de Calvià. Los delincuentes irrumpieron en una vivienda en la noche de Reyes de 2013 y maniataron, agredieron, amordazaron y amenazaron a su única moradora para lograr un botín que rondaba los 20.000 euros. El alto tribunal ha rechazado los argumentos de las defensas contra el fallo de la Audiencia Provincial que les consideró autores de delitos de robo violento en casa habitada y detención ilegal y una falta de lesiones.

Los hechos ocurrieron hace justo tres años, poco después de la medianoche del 5 de enero de 2013. En el asalto participaron tres personas, los dos condenados y otra que no pudo ser identificada. Uno de ellos se descolgó desde la azotea del edificio hasta la terraza del domicilio de la víctima. Rompió la cerradura del balcón y al entrar en la vivienda fue sorprendido por la inquilina. El intruso se abalanzó sobre ella, la tiró contra una pared y le puso unas tijeras de podar en el cuello mientras amenazaba con matarla si gritaba. Arrastró a la mujer hasta el dormitorio y la ató de pies y manos a una silla, obligándola a darle las llaves de la casa para poder abrir la puerta a sus dos compinches, que esperaban fuera.

Los tres atracadores reforzaron la sujeción de la víctima, colocándole cinta aislante por todo el cuerpo y le exigieron todo el dinero y los efectos de valor que hubiera en el piso. La mujer les indicó entonces donde tenía el dinero y las tarjetas y uno de los asaltantes le arrebató las joyas y anillos que llevaba puestos, mientras los otros dos registraban el inmueble. Los delincuentes consiguieron apoderarse así de alhajas, dinero, un móvil y un ordenador, todo valorado en 19.800 euros. Antes de huir, rodearon a la moradora con más cinta aislante. La víctima, sin embargo, logró liberarse minutos después y pidió ayuda a un vecino. A consecuencia del atraco sufrió diversas contusiones y erosiones leves, pero le quedó como secuela un cuadro de estrés postraumático con alteración del sueño y ansiedad.

La mujer solo pudo reconocer a dos de los atracadores y la Audiencia Provincial de Palma consideró probada la participación de estos en el asalto. Uno de ellos fue condenado a nueve años de cárcel y el otro a ocho años y tres meses por robo con violencia en casa habitada, detención ilegal y lesiones. La sentencia les ordenó además que indemnizaran a la víctima con 8.479 euros por las lesiones, las secuelas y el daño moral y con 19.800 por los efectos robados, que no pudieron ser recuperados por los investigadores de la Guardia Civil que resolvieron el caso.

Los dos condenados recurrieron el fallo ante el Tribunal Supremo. Alegaban que no existían pruebas sobre su participación en el robo y que la sentencia se basaba en meros indicios. También cuestionaban la legalidad de los pinchazos telefónicos a los que fueron sometidos durante la investigación del asalto llevada a cabo por el instituto armado.

Sin embargo, la sala de lo penal del Tribunal Supremo ha rechazado todas sus alegaciones y confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Palma que les impuso penas que suman 17 años y tres meses de prisión.