Los vecinos del número 30 de la calle Gumersindo, en Palma, empezaron el año con mal pie. Poco después de las campanadas, un incendio declarado en el tercer piso de la finca dejó tres intoxicados por el humo y causó cuantiosos daños en la vivienda siniestrada. Los afectados, dos adultos y un niño de 5 años, fueron trasladados al hospital pero su estado no revestía gravedad. Los bomberos trabajaron durante dos horas para sofocar las llamas, causadas al parecer por una vela que la inquilina dejó encendida. A lo largo de la primera madrugada del año, el servicio de emergencias 112 recibió 912 llamadas y gestionó 68 incidencias en Balears, la mayoría de ellas por intoxicaciones etílicas.

Veinte minutos después de la medianoche, varias llamadas alertaron de que se había declarado un incendio en la calle Gumersindo. Las llamas afectaban a un domicilio de la tercera planta en la que se encontraban una mujer de 58 años y su nieto de cinco. El fuego se extendió con rapidez por el salón y la entrada del piso.

Algunos vecinos trataron de apagar el incendio con extintores, pero el fuego estaba ya totalmente descontrolado. Al lugar acudieron de inmediato varias dotaciones de los Bombers de Palma, patrullas de la Policía Local y ambulancias. El fuego provocó una gran humareda que se extendió por toda la finca en cuestión de minutos y, según fuentes de los equipos de emergencias, toda la finca fue desalojada. Una de las vecinas se mostró muy preocupada por la suerte de su perro, que finalmente fue rescatado sano y salvo.

Mientras los bomberos trabajaban para sofocar el incendio, los equipos sanitarios atendieron a los dos moradores de la vivienda -la mujer y el niño- y a un hombre de 49 años que presentaban síntomas de intoxicación por inhalación de humo, todos de carácter leve. Los dos primeros fueron trasladados a Son Espases para ser sometidos a una revisión y recibieron el alta poco después.

Hacia las dos y media de la madrugada, los bomberos terminar de extinguir el incendio y ventilar el inmueble. Las llamas causaron cuantiosos daños en la entrada, el pasillo y el salón del piso. Según parece, el siniestro se desencadenó por una vela que la moradora dejó encendida antes de salir a la terraza para ver unos fuegos artificiales.

Herido por arma blanca

Por otra parte, un hombre de 36 años fue hospitalizado tras sufrir una agresión con arma blanca en la Porta de Sant Antoni, en Palma. Los hechos ocurrieron al filo de las seis de la mañana, cuando la propia víctima requirió a los servicios de emergencias y aseguró que había sido atacada con un cuchillo por otra persona. El hombre presentaba varios cortes en los brazos y fue trasladada en ambulancia a Son Llàtzer. Los médicos no temían por su vida. La Policía abrió una investigación para aclarar en qué circunstancias ocurrieron los hechos.

Estos fueron los incidencias más destacadas de una larga noche para los servicios de emergencias. El 112 recibió durante la Nochevieja 912 llamadas de alerta y gestionó 68 incidentes en toda Balears.

Según informó la dirección general de Emergencias e Interior, la mayoría de intervenciones, veinte en total, fueron por personas que presentaban intoxicaciones etílicas. Además, el 112 coordinó 14 actuaciones por agresiones, nueve peleas en la vía pública, seis accidentes de tráfico con heridos, otros tantos sin víctimas, cuatro peleas en domicilios, cuatro incendios de contenedores y un acto de vandalismo.

17 de las intoxicaciones por ingesta de alcohol se registraron en Mallorca y tres en Menorca; 11 de las agresiones tuvieron lugar en Mallorca, dos en Eivissa y una en Menorca; y de las peleas callejeras cinco se produjeron en Mallorca y cuatro en Menorca, según precisó la dirección general de Emergencias e Interior.