'El Antoñito', con su residencia fijada en Son Banya pero altamente escurridizo, tenía predilección por los taxistas a la hora de elegirles como víctimas de sus atracos. En la mayoría de sus fechorías, este delincuente se apostaba en las paradas más frecuentadas donde estos trabajadores solían recoger y dejar a sus clientes. Allí aprovechaba el factor sorpresa para asaltarles sin escatimar la violencia.

En una de estos atracos, 'El Antoñito' propinó un fuerte puñetazo a un taxista que le provocó la rotura del tímpano. A otro profesional del sector, le esperó agazapado a que sacara dinero de un cajero automático. Cuando había reintegrado el efectivo, el delincuente juvenil le dio una brutal paliza hasta conseguir arrebatarle los billetes.

La carrera delictiva de 'El Antoñito' comenzó cuando era menor de edad. Al alcanzar este mismo año la mayoría, había proseguido con su escalada de asaltos. Uno de los últimos lo perpetró en las inmediaciones del Estadio Balear.

Su detención se había convertido en una prioridad para las patrullas de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional. El martes, tras una prolongada persecución, lograron detenerle.