La Policía Nacional ha detenido en Palma a un joven de 20 años por intentar sobornar a un agente para evitar una multa. El sospechoso fue sorprendido, junto a tres amigos, con pequeñas cantidades de marihuana y metió 420 euros en la chaqueta de uno de los policías para "arreglar" el asunto. Además, el acusado se revolvió y golpeó a uno de los agentes al ser arrestado por un delito de cohecho.

Los hechos ocurrieron el pasado domingo a las ocho de la mañana, cuando un ciudadano llamó la atención de tres agentes motorizados de la Policía Nacional en el Paseo Marítimo de Palma, en la confluencia con la calle Marqués de Palmer. El hombre les indicó que un coche circulaba por la zona realizando maniobras peligrosas, por lo que los policías se dirigieron hacia ese turismo y lo interceptaron.

Enseguida percibieron un intenso olor a marihuana, por lo que pidieron a los cuatro ocupantes que se apearan. Los agentes los sometieron a un cacheo e inspeccionaron el coche. Entre sus pertenencias encontraron diversas cantidades de marihuana.

Los policías explicaron a los jóvenes que iban a levantar sendas actas por posesión de estupefacientes, que se tramitan a través de la delegación del Gobierno y acarrean una sanción económica. Uno de los chicos empezó entonces a increpar a los agentes. "No sabéis quién soy. Soy el hijo de La Paca, pego una patada a una piedra y sacó 40.000 euros. En un día de trabajo pago todos vuestros sueldos, sois desgraciados por trabajar en esto", les espetó pese a no tener ningún vínculo con la matriarca de Son Banya. Uno de los policías se llevó a este joven a un lugar más apartado y le explicó que iba a denunciarle por esta falta de respeto.

El sospechoso cambió entonces de actitud y le preguntó al funcionario qué podía ofrecerle para "arreglar" el asunto. El policía le respondió que con ese comportamiento podía estar cometiendo un delito de cohecho. Sin embargo, el acusado se dirigió a otro de los agentes y tras proponerle el mismo trato metió en uno de sus bolsillos 420 euros.

Los policías optaron entonces por detener al joven, que reaccionó de forma violenta. Les lanzó varios codazos, golpeó a uno de los agentes y ambos cayeron al suelo. Cuando intentaban reducirlo, propinó varias patadas y puñetazos antes de ser inmovilizado. El sospechoso fue trasladado a una comisaría para ser interrogado y uno de los agentes acudió a una clínica de la ciudad para ser atendido de las contusiones sufridas, que no revestían gravedad.