El entramado de la 'mafia laboral' que presuntamente explotaba a trabajadores en restaurantes y bares de Palma y de Marratxí y que supuestamente defraudó más de un millón de euros a la Seguridad Social y a Hacienda con irregularidades en contratos laborales, cotizaciones y tributos, estaba formado por unas 200 personas. La 'Operación 14', que culminó el pasado lunes cuando cerca de un centenar de policías se desplegó por el centro de la ciudad y efectuó 25 inspecciones en establecimientos y ocho registros en oficinas y viviendas de los principales sospechosos, aún no está cerrada. Los agentes de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) de la Policía Nacional detuvieron a 14 personas, seis de las cuales, los considerados principales imputados, ingresaron en prisión el jueves por la tarde por orden judicial. Entre ellos se encuentra el cabecilla de la organización, el empresario Juan S.G., con más de una treintena de sociedades en el sector de la hostelería, su hermano, su mujer y varios socios.
Además de los arrestados, la trama también implica a unas 200 personas que están siendo investigadas por su papel en la maraña de empresas creadas. El caso sigue instruyéndose bajo secreto de sumario y no se descarta que se produzcan nuevas intervenciones policiales. El contable de la red, detenido y luego puesto en libertad en la Jefatura, confesó a los agentes algunas de las irregularidades en las sociedades y cómo operaban para defraudar al fisco.
Ayer al mediodía la Policía Nacional clausuró 22 locales en el centro de Palma y en un complejo comercial de Marratxí, en cumplimiento del auto judicial del día anterior. El magistrado de guardia de la ciudad decretó la clausura temporal de los establecimientos investigados, como medida cautelar y mientras dure la instrucción. Los agentes precintaron los negocios, ante la incertidumbre de decenas de empleados, que a partir de ahora se han quedado sin trabajo. Los abogados defensores ya denunciaron el grave perjuicio económico que sufrirían los trabajadores ante el cierre de los locales, ya que unas 150 personas se quedarían en la calle.
Una empleada recoge una mesa al ser informada del cierre. G. BOSCH
Casco antiguo
Los investigadores clausuraron los 22 locales en pleno centro de Palma en la plaza Major, plaza del Olivar, plaza de Cort, en la calle Palau Reial, Colom, Costa de la Pols, Constitució, Jaume II, Antoni Maura, travesía Ballester, Porta Pintada, Antoni Maura o Alexandre Rosselló, además de en el centro comercial Festival Park. Uno de los restaurantes más emblemáticos cerrados es el Diplomatic, frente al Parlament. Se trata de una medida pionera ejecutada en Palma, sobre todo por el gran número de negocios clausurados.
