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Tribunales

Siete prostitutas admiten que eran un grupo criminal que robaba a turistas

La fiscal rebajó ayer su petición de cuatro años de prisión a seis meses por integrar una banda

Siete prostitutas admiten que eran un grupo criminal que robaba a turistas

Siete prostitutas nigerianas confesaron ayer en un juicio en Vía Alemania, en Palma, integrar un grupo criminal que se dedicaba en 2013 y 2014 a asaltar de madrugada a turistas extranjeros ebrios, la mayoría alemanes, a quienes desvalijaban con el pretexto de ofrecer sus servicios sexuales en s'Arenal. Las mujeres se aproximaban a los clientes cuando estos salían de los bares y discotecas y se dirigían a sus respectivos hoteles y entonces se aprovechaban de su elevado estado de embriaguez para robarles. Normalmente, se apoderaban de sus teléfonos móviles, carteras o cualquier otro objeto de valor que llevaran encima.

Siete meretrices reconocieron ayer al mediodía ante el juez que a lo largo de esos dos años ejercían la prostitución en los alrededores de la calle Pare Bartomeu Salvà, conocida popularmente como la calle del Jamón, en s'Arenal y en ocasiones robaban a los clientes sus efectos. "A veces les cogía su teléfono móvil", indicó una de las imputadas. Las sospechosas también admitieron que formaban un grupo y que se ayudaban unas a otras para cometer los robos y se pasaban información. A veces, no dudaban en usar la violencia si las víctimas se resistían.

Solo una de las mujeres encausadas, la octava imputada, negó los cargos y se desvinculó de la banda de ladronas. Según su versión, en 2013 y 2014 se prostituía en la calle del Jamón, en s'Arenal, pero no robaba a sus clientes. "Las otras chicas no me ayudaban. Yo no era de su grupo", precisó durante la vista oral. Su abogado defensor pidió la libre absolución. Un policía nacional que investigó el caso, que culminó en agosto de 2014 con varios registros domiciliarios y la detención de más de una decena de meretrices, indicó que esta octava acusada también estaba implicada en la trama y que así se demostraba en una conversación intervenida.

Además, el grupo contaba con la colaboración de un compatriota de 44 años que durante la temporada turística de 2014 tenía la misión de transportista o taxista de las jóvenes, a las que llevaba desde el barrio de Son Gotleu, donde residían, hasta la zona de s'Arenal, donde ejercían la prostitución. El hombre ayer confirmó que había llevado en el coche a todas las chicas. Según la fiscalía, estaba en contacto telefónico permanente con las meretrices a fin de facilitar las recogidas.

Otro implicado en esta red es un comerciante español, que regenta una tienda de compraventa de oro en Palma y que ayer se declaró culpable de un delito de receptación por comprar joyas a varias prostitutas en 2013 y 2014 a sabiendas de que se trataba de género robado. La fiscalía pidió para él una pena de doce meses de multa. Mientras, para el resto de encausadas, el ministerio público rebajó su solicitud de cuatro años de prisión a seis meses de cárcel, que se sustituyen por una multa, por el delito de grupo criminal.

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