En poco más de dos horas, dos hombres armados al menos con un mazo asaltaron el viernes por la tarde sendas viviendas del núcleo urbano de Santa Gertrudis, menos de una semana después de que los refuerzos enviados por la Delegación del Gobierno para combatir los robos en el medio rural regresasen a Palma.

El primero de los asaltos se produjo sobre las 18.30 horas. Dos ladrones forzaron con un mazo de grandes dimensiones la entrada de una vivienda de Santa Gertrudis, donde en ese momento se encontraba completamente solo el hijo de la familia, de 14 años de edad. El muchacho cogió el teléfono móvil y corrió a refugiarse en el baño cuando oyó a los intrusos. Desde allí avisó a Emergencias y gritó a los ladrones que había llamado a la Policía, que ya estaba en camino, cuando escuchó cómo intentaban entrar también en el aseo. La advertencia sirvió para ahuyentar a los delincuentes, que escaparon de la casa.

Una sola patrulla

Sin embargo, la Guardia Civil no llegó a la vivienda hasta dos horas después del asalto, sobre las ocho y media de la tarde. Casi de inmediato tuvieron que partir porque recibieron el aviso de que estaban robando en otra casa del casco urbano de Santa Gertrudis. Los investigadores dan por hecho que se trataba de los mismos asaltantes.

El propietario de la primera vivienda declaró a este diario que los agentes justificaron su tardanza porque «solo hay una patrulla disponible para toda la isla» de la Guardia Civil en estos momentos, y denunció la escasez de efectivos en Eivissa para controlar la oleada de robos que se están produciendo.

Precisamente, hace menos de una semana, un empresario de la isla fue agredido con violencia por dos encapuchados que entraron a robar en su chalé, también en Santa Gertrudis. El suceso se produjo sobre las cuatro de la madrugada del sábado al domingo pasado y la víctima, Toni Sánchez, dueño de una cadena de peluquerías, precisó atención médica de urgencia tras la paliza que le propinaron los delincuentes, que le amordazaron y ataron, le colocaron una venda en los ojos y le golpearon con un objeto contundente.