La búsqueda de Maria Pascual, la mujer de 65 años desaparecida desde el pasado jueves, se intensificó ayer en Binissalem. Tras el hallazgo del coche de la mujer a las afueras de la localidad, más de 60 efectivos de Protección Civil, los Bombers de Mallorca, la Guardia Civil, la Policía Local y allegados a Pascual rastrearon durante toda la jornada amplias zonas del municipio en busca de algún indicio sobre su paradero. Mientras, los investigadores del instituto armado continuaban realizando gestiones para intentar encontrar pistas sobre lo ocurrido.

Los equipos de búsqueda se reunieron por la mañana en el descampado de la calle Goleta donde el domingo apareció el Ford Focus de la mujer, cerca de las vías del tren y junto a la carretera que une Binissalem con Lloseta. Allí se montó una carpa donde los diferentes cuerpos de emergencias estudiaron las zonas a rastrear.

En el amplio operativo de búsqueda participaron 35 voluntarios de las agrupaciones de Protección Civil de Binissalem, Lloseta, Montuïri, Alaró y Son Servera, unidades caninas de los Bombers de Mallorca, ocho agentes de la Policía Local y otros tantos de la Guardia Civil, así como una quincena de familiares y amigos de la mujer, explicaron fuentes de los equipos de emergencias.

A lo largo de la jornada y hasta la caída de la noche, las más de 60 personas que participaron en el rastreo inspeccionaron buena parte del municipio de Binissalem en busca de indicios sobre el paradero de Maria Pascual y el helicóptero de la Guardia Civil sobrevoló amplias extensiones de terreno. La búsqueda quedó suspendida a última hora de la tarde y estaba previsto que se reanudara hoy.

Maria Pascual, de 65 años y vecina de Binissalem, fue vista por última vez el pasado jueves, según consta en la denuncia presentada al día siguiente por un familiar. Vestía falda vaquera, camiseta estampada y zapatos negros. Esa mañana, la mujer llevó en su coche, un Ford Focus de color azul, a dos de sus nietas al colegio La Porciúncula, en s'Arenal. Su rastro se perdió ahí inicialmente.

Anteayer apareció el que hasta ahora es el indicio más importante. El turismo fue localizado por la Guardia Civil a primera hora de la mañana del domingo en la calle Goleta, en un descampado que hace las veces de aparcamiento. Según algunos vecinos de la zona, estuvo ahí todo el fin de semana. Los investigadores comprobaron que el automóvil no estaba forzado y no encontraron ninguna pista en su interior. Así, parece ser que la mujer regresó a Binissalem tras dejar a sus nietas en la escuela. Qué ocurrió después es una incógnita que todavía no ha podido despejarse.